«Estoy jubilado, pero de cantar nunca te puedes retirar del todo»

FERNANDO MOLEZÚN A CORUÑA / LA VOZ

PONTEDEUME

MARCOS MIGUEZ

El que fue voz de Los Satélites saca nuevo disco con una composición de Xoel López

19 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con los 70 ya cumplidos, Sito Sedes, el que fue cantante de Los Satélites, está viviendo una segunda juventud. Acaba de sacar un nuevo disco, Nostalxia, en el que se ha rodeado de talentos a los que saca unos cuantos años. Y él, encantado, porque no puede vivir sin cantar.

-El disco arranca con una canción que le compuso Xoel López.

-No te puedes imaginar la ilusión que me hizo. Habíamos coincidido en el aniversario del cementerio de San Amaro, y allí le dije que me encantaría que me hiciese una canción, un bolero o así. Pero no contaba yo con que me tomase en serio. Cuando la grabé le mandé dos versiones, para ver cuál le gustaba más. Y me contestó diciendo que estaba feliz de que la hubiese grabado, que le hacía mucha ilusión. ¡Ilusión me hizo a mi! Que un tipo como él, con un coco privilegiado, en lo más alto de su carrera, le haga caso a uno de setenta años como yo... ¡Es que a mi me tocó la lotería! Pero no solo con Xoel, sino con toda la gente joven.

-¿Tiene más colaboraciones de este estilo?

-Me llamó estos días Lucía Pérez para que participase en su próximo disco. No tardé ni medio segundo en decirle que contase conmigo, claro. Ahora estoy en un momento muy feliz. Es que a esta edad ya no cuentas con estas cosas. En el disco tuve la suerte de contar con unos músicos fantásticos. Y mi hija Montse mete voces, que está mal que yo lo diga, pero lo hace muy bien. Me he rodeado de gente joven para hacer el disco, que es lo que quería.

-¿Y la selección de temas?

-Yo nunca canté lo que realmente me gusta cantar. Canté mucha pachanga de fiesta, a la que le estoy muy agradecido, pero yo siempre quise cantar estos boleros increíbles. Y por fin he podido cumplir mi sueño.

-Tiene 70 años y no tiene pinta de retirarse.

-Me jubilé, eso sí. Pero si no cantaba por ahí, lo hacía en casa. Cuando terminé este disco pensé que sería ya el último, pero va y me llama Lucía Pérez. De cantar nunca te puedes retirar del todo. Aún hoy es raro el día que no cante algo. Y no te digo nada de escuchar música.

-¿Y qué escucha?

-Pues en eso me he vuelto muy egoísta y solo escucho lo que realmente me gusta, que son boleros y salsa. Pero salsa de la buena. Yo no estoy metido en el jazz ni en la música actual, aunque sé cuando una cosa está bien hecha.

-La voz le sigue respondiendo.

-Sigo cuidándola cada día. Me levanto y voy a andar, por la diabetes. Y justo después hago mis ejercicios durante una hora, con música. Es que esto es como las cuerdas de un violín, que si no las usas se aflojan. Lo que jamás voy a hacer es subirme al escenario para hacer el ridículo. Si me subo es para cantar.

-Saca el disco como solista, pero usted siempre será Sito el de Los Satélites.

-Fui cantante de Los Satélites durante 14 años, así que a esa orquesta le debo todo. Empecé a cantar con ellos cuando tenía 14 años y llegué a grabar cuatro elepés para la EMI. Era una señora orquesta. Para mi, la mejor. Y lo sigue siendo. Este verano canté con ellos de nuevo, y me subió una cosa así por el cuerpo...

-Da la impresión de que usted siempre ha estado encima de un escenario. ¿Cómo fueron sus inicios en la música?

-Yo vivía en Sillobre, y allí había un músico que estaba en una orquesta de Pontedeume. Y un día les falló el cantante y, como a mi me gustaba cantar, me dijeron que probase. Yo era entonces el portero del Barallobre, pero era malísimo. No se perdió nada el mundo del fútbol. Después me enteré de que lo dejaba el cantante de la orquesta Sintonía, y le dejé al director una carta en la Tacita de Oro, en la Galera, que era donde paraban todas las orquestas, solicitándole que me hiciese una prueba. Y me cogieron.

-Y después, Los Satélites.

-Aquello fue como pasar del Fabril a jugar en el Deportivo. Mi primera actuación fue en la sala de fiestas Trébol de Paiosaco, que era de Ramiro, el de La Favorita. Y la última fue en Zeus, en Campolongo. Y entre esas dos, un montón de aventuras, viviendo en el autobús todos los veranos de un lado para otro.

-¿Era consciente de dónde se metía?

-Me metí en un sitio que había estado ocupado por una leyenda, que cantaba de miedo: Pucho Boedo. Escuché muchísimo a Pucho para saber lo que era cantar.

«Envidio los medios que tienen las orquestas de ahora. Pero nada más que eso»

Su nuevo disco se llama Nostalxia, precisamente lo que Sito Sedes siente por los tiempos pasados.

-¿Qué le parecen las enormes orquestas de ahora?

-Hay espectáculos tremendos. Quién me diera haber tenido un escenario como los que tienen ahora. Nosotros íbamos sin técnico de sonido, con los altavoces colgados de los árboles, que los colgábamos nosotros. Envidio el derroche de medios de las orquestas de ahora. Pero nada más que eso. Tocar, lo que se dice tocar, no creo que nadie lo haga como lo hacían Los Satélites. Ahora se abre el telón y salen cuatro cantantes moviéndose para los lados, todo muy bonito. Pero echo de menos aquellas orquestas.