El parásito de la carcoma provoca picaduras a alumnos y docentes en el colegio de Ortigueira: «O meu fillo tiña 21»

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

En la fotografía, las picaduras de uno de los alumnos del centro educativo.
En la fotografía, las picaduras de uno de los alumnos del centro educativo. CEDIDA

Varias madres exigen soluciones urgentes a un problema que se arrastra desde hace años

10 oct 2023 . Actualizado a las 18:52 h.

«O xoves, cando saíu para o colexio, non tiña nada, e cando volveu contamos 21 picaduras. Onde máis tiña era debaixo dun brazo», cuenta Alejandra, madre de un menor de cinco años, alumno del CEIP José María Lage, de Ortigueira. En el informe del pediatra se indica que la causa «es el insecto de las polillas» y habla de «múltiples lesiones sistémicas en todo el cuerpo e intenso picor». «La pequeña, de tres años, apareció con picaduras en toda la pierna, desde la planta del pie, hace quince días. Ya le pasó a la mayor, que tiene cinco, el primer año de Infantil», relata Iria, otra progenitora.

La benjamina de Ana ha tenido el cuerpo plagado de ronchas rojizas, «que co calor pican máis e non lle deixan durmir, e aínda por riba é asmática». El causante es el parásito de la carcoma de la madera, Scleroderma domestica, un insecto que se alimenta de las larvas de la carcoma y prolifera, sobre todo, en verano. La directora del centro, Rocío Fernández, explica que «es un problema que lleva años y va por épocas, aparecen a finales de abril o mayo y en septiembre-octubre aún están, según el tiempo».

La carcoma afecta a buena parte del mobiliario del colegio —hay padres de más de 40 años que aseguran que es el mismo de cuando ellos estudiaban— y al revestimiento de madera de las paredes que dividen las aulas y el resto de espacios. «Algo de mobiliario se renovó, pero la mayoría es de cuando se hizo el edificio, hace casi 50 años», indica la directora. Las madres comentan que el profesorado alerta a los menores para que no se acerquen a los muebles ni a las paredes, para evitar el contacto con este insecto.

El alcalde, el popular Valentín Calvín, asegura que supo del problema a través de las redes sociales —«llegamos en julio y nadie nos informó, ni entonces ni al inicio del curso»— y que lo ha notificado a la Consellería de Educación, donde, según afirma, tampoco sabían de esta situación, pese a que se ha recogido en las actas de las sucesivas reuniones del consello escolar, como confirma la presidenta del Anpa Curuxeira, Cristina González.

Como primera medida urgente, el Concello contratará a una empresa para fumigar el centro (aprovecharán el puente del Pilar), a fin de eliminar el mayor número posible de bichos. Y a medio plazo, el regidor confía en que Educación licite la reposición del mobiliario y de los elementos de madera de la estructura del CEIP deteriorados. «La Consellería me dice que va a hablar con la dirección del colegio para pedirle un inventario de las aulas y las zonas comunes dañadas por la carcoma para, a partir de ahí, elaborar una memoria económica valorada», detalla. Desconoce el tiempo necesario para ejecutar la obra, pero apunta que «si por cuestiones técnicas va a durar un mes o más, habría que esperar al período estival».

Representantes del Anpa y un grupo de progenitores se reunirán este jueves con el alcalde, junto a la directora del colegio, para tratar este asunto. «É un problema de sanidade pública —denuncia Alejandra—. Mandas ao teu fillo a un lugar donde esperas que estea ben e volve co corpo cheo de picaduras. Teñen que pensar na saúde dos nosos nenos... se non fan nada xa estou pensando en non levar ao meu fillo ao colexio». Hay menores que han tenido que ser tratados con cortisona por la reacción generada por estas picaduras.