Hilda Rivera, usuaria de Feve: «O bus non chega ao apeadoiro, pero o billete do tren téñoo que pagar igual»

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

PEPA LOSADA

Esta vecina de Loiba, en Ortigueira, sufre ya los inconvenientes de la supresión temporal del servicio ferroviario por las obras

28 abr 2023 . Actualizado a las 18:37 h.

Hilda Rivera Rubido, vecina de Loiba (Ortigueira) de 63 años, tuvo que cambiar de empleo en plena pandemia. Trabajaba en Viveiro, pero al suprimirse el servicio ferroviario por el covid, no podía desplazarse. Su marido ya estaba jubilado, pero si tenía que llevarla en el coche cada día (unos 24 kilómetros), no le compensaba. «Sáeme o comido polo servido, polo que gaño», comentaba entonces. Esta usuaria del antiguo Feve, la línea de ancho métrico que une Ferrol con Ribadeo atravesando las comarcas de Ortegal y A Mariña lucense, lleva años reclamando mejoras y alertando cada vez que surge un problema, como cuando el apeadero se queda sin luz.

Desde este lunes soporta un nuevo inconveniente, aunque se trate de algo provisional. Las obras de automatización de los sistemas de regulación del tráfico en el tramo Ferrol-Ortigueira (53 kilómetros), han dejado a Hilda y al resto de viajeros sin tren, hasta el 30 de abril. «Esa é a previsión, pero aposto algo a que ata mediados de maio non rematan, porque seica van retrasados coas obras», comenta en el primer día de la suspensión del servicio ferroviario, que afecta a toda la línea, de Ferrol a Ribadeo, puesto que en A Mariña aprovechan para reparar la carretera N-642, entre Burela y Ribadeo, por donde discurre paralela a la vía.

Hilda lleva casi dos años trabajando en Ortigueira. Por las mañanas se desplaza con su hijo y la vuelta la hace en tren, medio que, mientras duren las obras, se sustituye por un servicio de transporte por carretera. «Pero os horarios do autobús non son os mesmos que os do tren, e voume ter que ir case unha hora antes da casa na que coido a unha señora. Se antes me daba tempo a saír ás catro ou ás catro e dez, agora ten que ser ás tres e vinte, porque o bus ten a chegada prevista a Ortigueira [desde Ferrol] ás catro menos dez», explica. Si llega justa de tiempo a la parada tampoco tendrá la certeza de si el autocar ha pasado ya o está por venir: «Non hai xefe de estación [ríe], e se non aparece tes que chamar a Oviedol, e unhas veces cóllenche o teléfono e outras non». Los números facilitados por Renfe son el 984 111 133 y el 912 320 320.

Pero esta no es la única consecuencia, ni siquiera la peor, en su caso: «O que máis me prexudica é que o bus non chega aos apeadoiros, só vai ás estacións e ás paradas habituais dos autocares, e iso non debía ser así. E da estrada xeral, onde me deixa, ata a miña casa hai dous quilómetros. Virame buscar o meu marido, pero nin Renfe nin Adif me van pagar os cartos do combustible, e o billete téñoo que pagar igual que se me levara o tren ata o apeadoiro».

Suerte que el traslado matinal lo puede hacer con su hijo. De lo contrario, el trastorno y el desembolso serían dobles. Otros usuarios se quejan de que la primera salida de Ferrol se ha adelantado a las 7.00 horas, frente a las 8.30 del ferrocarril. Hilda apunta, además, que «no bus nin se admiten bicicletas nin mascotas», a diferencia de lo que ocurre en el tren. Espera que las obras de supresión del bloqueo telefónico no se alarguen demasiado, aunque no prevé recobrar la rutina hasta bien entrado el mes de mayo.