La relojería Jesús Manuel cierra tras casi 60 años en Ortigueira

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

Jesús Manuel, que falleció en 2017, y su hijo Pablo, en la relojería en 2013
Jesús Manuel, que falleció en 2017, y su hijo Pablo, en la relojería en 2013 ANGEL MANSO

Al fundador, Memen, que trabajó mano a mano con su mujer, Candita Balteiro, lo sucedió su hijo Pablo, que ha dejado oficio

17 ene 2023 . Actualizado a las 16:36 h.

«El local era de mis padres y aquí había una barbería, lo reparamos, el 24 de diciembre de 1964 vino el cura a bendecirlo, y el 25, día de Navidad, abrí», recordaba hace una década en este periódico Jesús Manuel Fernández Martínez, Memen. Había sido el más joven de los tres relojeros con taller en Ortigueira —«me llevaba bien con los dos, Canoura y Camilo», comentaba entonces— y se había entregado al oficio —«me tengo levantado de la banqueta para ir a comer el día de la patrona»—. Su situación laboral mejoró notablemente al casarse. Su mujer, Candita Balteiro, se incorporó al negocio y fue ella quien cerró la puerta definitivamente, el 31 de diciembre.

Memen falleció en 2017. Ya llevaba unos diez años jubilado y su hijo Pablo, que estudió joyería en Vigo, había tomado el relevo algo antes de que se retirara. Pero, aunque reconoce que el negocio «iba bien», decidió cambiar de profesión, por la falta de expectativas en una villa muy envejecida y cada vez más despoblada.

«A día de hoy es sostenible, pero a un futuro corto... llevo tiempo pensándolo y viendo las perspectivas, ya puedes ser bueno y tener material a buen precio, que si no hay gente alrededor [...]. Me apetece tener otra expectativa vital, más tranquila. Aposté por esto porque me gustaba vivir en mi pueblo, pero ahora, con 42 años, veo difícil poderme jubilar aquí», explica.

En los dos últimos años, el peso del negocio ha recaído sobre su madre, que ha dedicado cuatro décadas al comercio familiar, mientras él se formaba como maquinista ferroviario. Ahora se despiden, algo apenados y muy agradecidos «a clientes y amigos».