—¿Qué sería, ahora, lo más urgente?
—Pues cambiar esa situación, por supuesto. Ortegal es una comarca que se ha visto abandonada por todo tipo de administraciones públicas. Y eso tiene que cambiar. Ortigueira llegó a ser, en los años cuarenta, por población, el séptimo municipio de Galicia; y fíjese usted en cómo está hoy, y a dónde nos está llevando la despoblación. Eso no sucede por casualidad. Sucede porque no se crean las condiciones para que toda esta comarca pueda tener futuro. Y lo primero sería ponerle fin al déficit de comunicaciones que sufrimos. Lo más urgente es eso.
—La comarca de Ortegal es un ejemplo en Galicia en lo que atañe a la preservación del paisaje.
—Es verdad, sí. Aquí no se ha destrozado el paisaje como se ha hecho en otros lugares de Galicia. Ortegal entero es un paraíso. La gente viene y se queda asombrada. Hay quien, tras conocer esto, no quiere marchar jamás. Pero volvemos a lo mismo. Para aprovechar todo ese potencial que tenemos como comarca, un potencial del que forman parte tanto el paisaje como nuestro patrimonio cultural, Ortegal no puede seguir sufriendo el aislamiento que sufre. No podemos continuar así.