Una empresa ofrece un servicio de lavado y planchado de ropa, con recogida y entrega a domicilio, en la zona de Ortigueira

A. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

La gerente de Anvelu, Verónica Iglesias Fernández, es de Espasante
La gerente de Anvelu, Verónica Iglesias Fernández, es de Espasante CEDIDA

La actividad principal de Anvelu, con centros de trabajo en Ortegal y Barreiros, es la limpieza y el mantenimiento, además del acompañamiento de mayores

05 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresa Limpieza y Mantenimiento Anvelu nació en 2015 en Lugo, de la mano de Verónica Iglesias Fernández (Espasante, 45 años) y un socio, que acabó desvinculándose de la firma. Desde 2018, Iglesias es la única responsable de la firma, con sede social en Barreiros y dos centros de trabajo, en esta localidad mariñana y en Ortigueira. Cuenta con una plantilla de ocho personas, seis mujeres y dos hombres, y opera en el norte de A Coruña y Lugo, de Cedeira a Ribadeo.

«Nuestra dedicación principal es al sector de la limpieza, que en verano está muy centrado en los apartamentos turísticos, y el resto del año, en viviendas particulares, empresas, oficinas... También realizamos tareas de limpieza en obras, cuando se entrega una casa nueva o se acaba una reforma. Y trabajamos con compañías de seguros, después de un incendio, una inundación...», explica la gerente. Otro de los servicios de Anvelu, con demanda creciente, es el de acompañamiento a personas mayores. «De momento no atendemos a grandes dependientes, pero no descarto hacerlo, en un futuro. De hecho, tanto yo como alguna de mis trabajadoras ya tenemos el título de atención sociosanitaria a domicilio», señala Iglesias.

Este tipo de asistencia suele incluir también tareas domésticas como la limpieza o la comida. «Y de paso nos aseguramos de que están bien. En Ortigueira hay mucha gente mayor que vive sola, mujeres y hombres, con los hijos lejos... Igual que vas a limpiar estás con ellos e incluso los acompañas al médico, a vacunarse o a hacer la compra. A veces lo que más necesitan es conversar, hay gente que vive en una aldea apartada y tú eres la única cara que ve. Hay gente que te contrata directamente y en otros casos son los hijos los que se preocupan y quieren ese servicio para su padre o su madre», detalla.

Anvelu ha incorporado hace poco una nueva prestación, el lavado y planchado de ropa, con recogida y entrega a domicilio. «Nos la llevamos, hacemos la colada y te la devolvemos lista. Es algo que aún está arrancando», precisa Iglesias. En períodos vacaciones es frecuente que los hospedajes demanden este servicio. «En los apartamentos turísticos solemos hacerlo todo, hay propietarios que nos dejan las llaves y se olvidan de todo, nosotros realizamos toda la gestión, desde la entrega de las llaves a cada nuevo inquilino», señala.

Otra parte del negocio consiste en el mantenimiento de urbanizaciones (limpieza, jardinería, piscinas, reparaciones de fontanería, etcétera), por encargo de la comunidad. «Algunas tienen poca gente durante el año y nosotros nos ocupamos de que siempre estén cuidadas», apunta. Con la pandemia, el trabajo de Anvelu se resintió: «Tenemos domicilios a los que vamos una, dos o tres veces a la semana, y como la gente tenía miedo, dejamos de ir, nos afectó mucho». Pero la mayor dificultad que afronta estriba «en los problemas para conseguir personal, y mano de obra cualificada, mucho peor». De ahí que valore aún más su equipo, «gente de confianza, con la que ya estableces un vínculo más allá de la relación jefa-trabajador».