Mera de Arriba, en Ortigueira, despide a un vecino «moi traballador», amante del dominó

En la parroquia de Mera de Arriba, en Ortigueira, se percibe el pesar por la muerte de Camilo Ríos Hermida. «Aquí xa case todos os veciños están xubilados, el era dos poucos que vías con movemento continuamente, oíalo traballar... nótase moito a perda», comentaba ayer un excompañero de partida de dominó, la gran afición de Camilo. Nació en el lugar de Santaballa, en Couzadoiro, con tres hermanas y cinco hermanos. Vivió varios años en Devesos, donde perdió a una hija pequeña, por un atragantamiento. Tenía otros tres vástagos. Y ya llevaba cerca de dos décadas en Mera de Arriba, de donde es originaria su pareja y donde no tardó en ganarse la simpatía. «Levábase ben con todos, era colaborador, foi da comisión de festas... Andou ao mar, traballou na madeira e prexubilouse, e agora tiña un tractor e dedicábase a vender leña e desbrozar, era moi traballador», explican los vecinos. Arrastraba, desde hace años, una enfermedad grave, que no logró apartarle de la faena.

El dominó era su gran afición. Jugaba en el local social de Mera de Arriba, mientras permaneció abierto, en Cuíña o en Senra, en el bar del que acababa de salir cuando fue atropellado, el domingo. O en Cariño, donde reside uno de sus hermanos. De hecho, sus compañeros de partida le recordaron con un ramo de flores.

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