La hostelería afronta el otoño sin apenas expectativas, después de la tregua del verano

a. f. c. CEDEIRA

ORTIGUEIRA

CESAR TOIMIL

Algunos negocios cierran por vacaciones y otros ya solo abren los fines de semana

11 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La hostelería de la comarca ha entrado en el otoño sin apenas expectativas, paladeando aún la sensación, más dulce que agria, de un verano de aforos restringidos, desinfecciones, mascarillas y horarios de cierre que no permitían despistes. En el restaurante A Cabana do Fos, de Ortigueira, despiden mañana la temporada, como habrían hecho cualquier año de la vieja normalidad. «Despois xa só abrimos as fins de semana, desde o venres pola mañá», comenta el propietario, Jesús Manuel Pigueiras. «O verán foi moi ben -reconoce-, con moitísima xente, e a nós beneficiáronnos os cambios, a xente adaptouse aos horarios e creo que iso xa vai quedar, igual que ocorre nos países europeos».

En el café Pinzón, en Cedeira, el verano se acortó este año. «Se ha notado mucho la diferencia en septiembre, faltó el turismo relajado que suele venir ese mes, parejas sin niños en edad escolar, jubilados, barcos que dan una vuelta por Europa...», comenta Mariano Carmona, uno de los socios del casi centenario local. «Somos optimistas, porque venimos de un lugar [Argentina] donde hemos pasado crisis y sabemos que siempre hay alguien que está peor [...]. El problema está en la responsabilidad individual, el riesgo de contagio se puede minimizar», razona. De momento, no falta clientela: «La gente aprovecha para salir por si acaso nos confinan de nuevo».

En el mesón As de Guía, en la avenida do Mar de Mugardos, se palpa «el bajón, muy grande, desde principios de septiembre». «Ya no hay gente ni en la terraza, los días de mal tiempo, y entrar no entran», comenta Rosa Vara, responsable del negocio. «El verano fue muy, muy bueno, no lo esperaba, ampliamos la terraza y trabajamos muy bien con las reservas», admite. Algún local del muelle mugardés ya ha cerrado y el As de Guía bajará la persiana durante un mes, a partir del 19, por vacaciones. «Como tengo dos empleados, aprovecho para darles el tiempo de descanso».

«Octubre es malo siempre, viene después de la vuelta al cole... Aun así, el primer fin de semana se trabajó muy bien, como todo el verano, ya desde mayo, cuando nos dejaron abrir», indican en el del bar Cuatro Caminos, de Boebre (Pontedeume). La parrillada no se ha apagado, con servicio en los comedores y para llevar. «El reparto a domicilio funcionó muy bien durante el confinamiento, y mucha gente sigue viniendo a buscar la comida». Aquí no dan tregua: «Para ser un año malo, ha sido espectacular».

«Es tremendo el bajón, este mes va a ser malo para el sector hostelero, puede haber cierres»

La gerente de la Asociación de Hostalería de Ferrol e Comarcas reconoce que «el bajón está siendo tremendo, la gente es reacia a entrar en los locales, y solo quedan las terrazas, que con el mal tiempo también se usan menos». Luisa Barro advierte de que «este mes va a ser malo para el sector, puede haber cierres». Del verano, apunta, «la mayoría [de los establecimientos] no se quejan, se fue salvando; pero ahora, si sacan para gastos y para comer...». 

Barro augura poco movimiento en este puente y en los que quedan hasta la Navidad, «porque la gente tiene miedo». «Hay locales con préstamos, deudas, aplazamientos a la Seguridad Social... Y hay que ir juntando y ahorrando para devolverlos. Otros años se notaba este bajón después del verano, pero ahora es doble».