La campaña de la sidra arranca con menos manzanas y menos demanda

Ana F. Cuba ORTIGUEIRA

ORTIGUEIRA

JOSÉ PARDO

Con la pandemia cayeron las ventas y las fábricas astures tienen reservas

22 sep 2020 . Actualizado a las 10:02 h.

La campaña de recogida de manzana para la elaboración de sidra arranca estos días en la comarca de Ortegal y, con menor impacto, en las zonas de Eume y Ferrolterra. La empresa Paco de Viveiro, fundada por el viveirense Francisco Galdo hace más de 60 años, es el principal comprador. La recolección arranca hoy en Viveiro y mañana en el área de Ortigueira y Cariño, y en Pontedeume. «Animicamente estamos regular, hai moita incerteza e malestar, é un ano moi difícil para traballar», reconoce Iván Galdo, que gestiona el negocio creado por su abuelo junto a su primo Jesús, responsable de coordinar las descargas y la selección de pomas en el almacén de San Adrián, en Ortigueira.

Las perspectivas no son buenas. «Empezamos algo máis tarde ca outros anos porque as fábricas de Asturias, ás que lles vendemos, non teñen falta de mazás. As sidrerías pequenas non van abrir porque non venderon o que tiñan e non teñen necesidade de mallar», explica. «O pequeno sidreiro -agrega- vende todo en barra, e ao estar pechados os bares durante o confinamento non houbo tanto mercado. Os grandes si, porque traballan cos supermercados». Galdo vaticina una caída de la demanda, que repercutirá en los precios. La cosecha tampoco parece tan buena como la del año pasado. «Hai pouca mazá, aínda así, se non fora polo covid, como en Asturias e San Sebastián case non teñen mazá, ían subir os prezos. Pero non hai mercado e non hai alegría», concluye este empresario.

La recogida comienza con las manzanas del suelo, que se destinan a la elaboración de vinagre o sidra achampañada. Después se varean los manzanos. En la comarca de Ortegal hay centenares de productores, la mayoría con pequeñas plantaciones, de las que obtienen entre cien y 1.500 euros al año (la media ronda los 300). «Págase moi pouco, ese é o problema, pero polo menos límpanche a finca», dice un vecino de Mañón. Hay quien prefiere «ver que podrecen que dalas por ese prezo». En los últimos años, el kilo no alcanzó los diez céntimos, salvo si es el productor el que ensaca las manzanas y las entrega al comprador.

«Nun ano de produción boa de Ortegal poden saír, fácil, catro millóns de quilos. É onde hai fincas máis grandes, que dan oito, dez e ata quince toneladas, e séguese repoboando. Aquí hai moita maceira, con diferenza é onde máis, máis seguramente que na Estrada», sostiene Galdo, que conserva clientela de su abuelo.