Las gaitas de Ortigueira sonarán en Brest

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

ORTIGUEIRA

ANGEL MANSO

La Escola viajará a Bretaña para participar en un encuentro musical, invitada por una banda que actuó en el primer Mundo Celta, en 1978, y regresó el año pasado

07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sofía Pérez Camba cuenta los días que faltan para viajar a la Bretaña francesa. Esta ortegana de 11 años, que toca las cunchas, es una de las benjaminas de la Escola de Gaitas de Ortigueira y se prepara para su primera salida al extranjero con la banda. «Es afortunada de poder ir y está muy contenta y emocionada, algo nerviosa, pensando dónde dormirá, cómo será la gente de la casa donde se hospede, si se entenderá... Y, sobre todo, expectante», cuenta su madre, Mónica, que también perteneció a la formación, aunque en su época no se organizaban salidas a otros países. «Para mí es como revivir mi niñez y mis vivencias», dice.

El 17 de marzo de 2015, la Escola de Gaitas de Ortigueira conmemoró su 40 aniversario conquistando la Quinta Avenida de Nueva York, en el desfile del día de San Patricio. Y el próximo 21 de abril actuará en un encuentro internacional de bandas en la villa bretona de Brest, invitada por la Bagad Kevrenn Brest Sant Mark. «Surgió en el último Festival do Mundo Celta [el de 2017], resulta que ya habían tocado en la primera edición [en 1978] y alguno de los componentes de entonces sigue estando ahora. Nos trajeron fotos de aquel año, cartas que habían recibido de la Escola...», explica Bruno Lozano, presidente de la agrupación ortegana, decana de Galicia.

Oportunidad para la cantera

A la formación bretona le sorprendió la actuación de los anfitriones del Mundo Celta. «Les gustó mucho cómo tocábamos, cómo mezclábamos los temas con la batería, algo moderno para una banda de gaitas. Hemos estado en contacto con ellos y nos han invitado a ir, con su ayuda y la del Concello de Brest, y la aportación de los músicos. Dormiremos en las casas de los miembros de la banda, como habían hecho ellos en Ortigueira el primer año», señala Lozano. «¡Qué mejor oportunidad para la cantera!». Él también realizó su primer viaje con el grupo a los 11 años, a Mallorca. Entonces tocaba la gaita y luego se pasó a la percusión, «porque hacía falta gente». En Portugal ya ha tocado dos veces y en Francia, cuatro, pero la de este año será especial. «Nos hace mucha ilusión por tratarse de una banda que estuvo en el primer Festival Celta».

«La Escola es como una gran familia y se viven cosas muy importantes, en edades en las que se fraguan amistades y experiencias que te marcan», destaca Mónica. Su hija mayor, Claudia, gaiteira y pandereteira de 14 años, también formará parte de la expedición que saldrá el 18 en autobús rumbo a Brest. «¡Imagínate la primera vez que subieron al palco [del Mundo Celta] mis hijas! Yo también había subido a ese escenario, es muy impactante, impone, y se supone que ya estás preparada para tocar, que vales...».

Los mejores embajadores

Hay más familias con padres e hijos que han pasado por la banda, en etapas diferentes. Ahora ya miran al Festival. «Llevamos meses trabajando el repertorio con el director [Rodrigo López], que ha tenido que ampliar un día más de ensayo para adaptarse a las necesidades de la cantera; cada vez tenemos más niños y hay que compatibilizarlo con las actividades extraescolares», indica Lozano. Si algo comparten los integrantes de la Escola es el orgullo «de llevar el nombre de Ortigueira y Galicia por el mundo». ¿Algún proyecto nuevo? «Un cedé, pero aún no para este año».