El padre del banco de Loiba: «Mellor que non o movesen»

ana f. cuba ORTIGUEIRA / LA VOZ

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Mónica P. Vilar / Senén Rouco

Los usuarios están en general a favor de retrasar su ubicación

05 abr 2018 . Actualizado a las 14:08 h.

Hace más de una década que Rafael Prieto Vidal, vecino de la parroquia de Loiba, mecánico de profesión, colocó al pie del acantilado el que no tardaría en convertirse en el mejor banco del mundo y en un importante reclamo turístico en la comarca de Ortegal. Ahora, el Concello de Ortigueira se propone retirar el asiento 2,5 metros hacia atrás por razones de seguridad, a raíz del trágico accidente del sábado en la playa de As Catedrais. «Mellor que non o movesen, prefiro que quede como está», opina el padre de este y de todos los bancos que salpican la costa de Loiba.

Prieto Vidal sostiene que el litoral no se puede vallar y se refiere al caso del Púlpito, el vertiginoso mirador de los fiordos noruegos: «É un espazo de 25 por 25 metros, recibe cada ano cerca de cen mil visitas e ten unha caída de 620 metros, pero o Goberno noruego non quere valar o seu territorio, pese a que xa houbo algún accidente». Como alternativa propone algunas mejoras para dar más seguridad a quienes se acercan al mirador. «Onde se poñen os pés pódense colocar unhas pedras de cantería para apoialos, e instalar unhas proteccións de madeira nos laterais do banco para que a xente se agarre. Tamén se pode mellorar o sendeiro que vai pola parte dereita, que ten o firme moi irregular», detalla. Vaticina que, «se se corre o banco, a xente vai ir igual ata o borde do cantil», y recuerda que la finca donde se encuentra es propiedad de un particular.

El alcalde ortegano, el socialista Juan Penabad Muras, se reafirma en su intención de apartar el banco ante el riesgo de desprendimientos del acantilado. «É unha decisión firme, pero antes temos que solicitar autorización á Demarcación de Costas de Galicia, porque ata agora non había permiso, polo menos por escrito, e o banco está na zona de dominio público. Non vai haber problema, pero queremos poñelo todo en situación de legalidade», recalca.

«El encanto no lo pierde»

Verónica, una joven vecina de Cambre, y su amiga Laia, barcelonesa, esperaban ayer a mediodía a que amainaran el viento y la lluvia para hacerse el obligado selfi en el mejor banco del mundo. «Si siempre ha estado ahí, no sé para qué tienen que moverlo, es la gente la que ha de tener precaución cuando llega a un sitio así. Pero, realmente, el encanto no lo va a perder si lo echan para atrás», comentaban absortas en un paisaje «espectacular».

El padre del banco advierte de que el cambio de emplazamiento impedirá divisar la punta de Estaca de Bares. «Pero el cabo Ortegal se seguirá viendo igual que ahora y así la gente tendrá margen para moverse con más tranquilidad», apunta Laura, profesora asturiana de ruta por Ortegal y A Mariña lucense. «Algo había que hacer, porque la gente va allí con niños y yo salgo enfermo cada vez que los veo corriendo, igual que los temerarios que caminan de espaldas por el acantilado para hacerse la foto», opina Santi, vecino de Ortigueira.

Una pasarela de madera

El geólogo Francisco Canosa, buen conocedor de la zona y muy crítico «co turismo masivo que non ten ningunha repercusión favorable sobre a economía local», propone colocar una pasarela de madera por donde discurre la ruta, entre banco y banco. «A degradación medioambiental é total, na contorna do banco e nos sendeiros, onde se perdeu toda a vexetación, e deste xeito poderíase recuperar», esgrime. Aboga por prohibir el acceso en coche y por un control integral de las visitas a la zona, «que ten un risco potencial de accidente enorme, que é maior canta máis xente vai. Un paso en falso pode custarlle a vida a alguén».