«¡Atención en Loiba!», en el mejor banco del mundo hay riesgos por sus acantilados

ana f. cuba ORTIGUEIRA

ORTIGUEIRA

ángel manso

La avalancha de visitantes va a más en este singular rincón de la costa ortegana

17 ago 2016 . Actualizado a las 11:04 h.

Un mexicano, una californiana y tres madrileños comparten el mejor banco del mundo mientras otro turista les fotografía. Es martes, a la hora de comer, pero el reguero de visitantes a este singular rincón de la costa de Loiba no cesa. «Antes había cola, ahora se ha despejado un poco», agradece Luis, ansioso por hacerse un selfie con su novia. «Es fantástico, los acantilados, el banco, me encantan las formas de las rocas», recalcan el mexicano y la californiana, que pasaban unos días de vacaciones en A Coruña con sus amigos de Madrid y se desplazaron a Loiba aconsejados por la responsable del hospedaje. 

«Vímolo por Internet, andamos de ruta pola zona e aquí estamos», cuenta una pareja de ourensanos que rondan los 60. A los cinco minutos de llegar empiezan las quejas porque ellos también quieren cumplir con el ritual. Una joven camina sola hacia la punta, más allá del asiento. A pocos metros se encuentra la primera de las cuatro llamativas señales de advertencia de peligro que el Concello de Ortigueira ha colocado en las inmediaciones de Furnas. «¡Atención! Zona de acantilados». «Queremos avisar á xente para que teña moito coidado, sobre todo que non se despisten cos nenos nin cos maiores, e tampouco cos grupos (...). Outras medidas de protección non encaixan, porque entón habería que pechar todo o litoral. Todo o mundo ten que ser responsable e nós debemos advertilo», explica el alcalde, el socialista Juan Penabad Muras.

Paul, británico, y Vicky, madrileña, se detienen junto al indicador y luego reanudan la marcha hacia el banco. «Está mal escrito, debería ser The best bench in the world», corrige este inglés, que encontró este lugar buscando «qué ver» en las Rías Altas, tras varios veranos pateando las Baixas. Alicia y Jaime, vigueses, han caminado desde Espasante, donde dejaron el coche, y ahora esperan poder comer en Loiba para regresar en tren. «El plan nos los sugirieron en la oficina de turismo de Ortigueira y nos gustó mucho. Merece la pena venir andando, hay unas playas increíbles, y con esta temperatura....». A disfrutar, pero con cautela.

Caminata desde Espasante hasta Loiba. Es una manera sensacional de descubrir el entorno de Picón y los bancos de Loiba (no solo hay colas en ‘el mejor del mundo’). La vuelta puede hacerse en tren (Feve).