«Estoy convencido de que la poesía no se debe escribir a diario»

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN LOUREIRO FERROL / LA VOZ

NEDA

Ramón Loureiro

El escritor publica esta semana su nuevo libro, el volumen de relatos «Los pavos trufados»

08 may 2018 . Actualizado a las 22:17 h.

Vicente Araguas (Xuvia, Neda, 1950) publica un nuevo libro. Una colección de relatos que lleva por título Los pavos trufados y que estos días llega a las librerías de la mano de la editorial Lastura.Un volumen cuyo título, un juego de palabras, alude al mundo de la adolescencia, y en el que, como el propio autor señala, se entremezclan los recuerdos de «la adolescencia propia y los de la ajena».

-¿Y qué hay de autoficción en todo ello?

-De autoficción, nada. La autoficción es algo en lo que yo no creo, aunque reconozco, como Pessoa, que el poeta es un fingidor. Reconozco, sin embargo que en este libro hay mucho de observación. De observación cómplice. Y también de comprensión de lo que verdaderamente es la adolescencia, que no es en absoluto una etapa fácil de la vida, en contra de lo que se afirma a veces. Y le digo algo más...

-Cuénteme.

-Yo conozco la adolescencia muy bien. Porque cuando apenas se había terminado la mía, al acabar la Universidad, ya comencé a dedicarme a la enseñanza, y he estado rodeado de adolescentes siempre. No, no es sencilla, la adolescencia, en absoluto. ¿Cómo se puede llegar a afirmar que es una etapa dorada de la vida...? ¡Todo lo contrario! Es una etapa llena de sufrimiento.

-La memoria sigue estando muy presente en su literatura. En especial, en su narrativa.

-Sí, bueno. La memoria está muy presente en mis libros, y en la narrativa sobre todo, pero no desde la perspectiva de la añoranza. Mi memoria no está hecha de recuerdos melancólicos, porque soy muy consciente de que el pasado está lleno de luces y de sombras, y no voy a mitificarlo.

-Y mientras llega a las librerías este nuevo libro suyo, ¿qué está escribiendo?

-Estoy escribiendo una novela sobre el comienzo de la guerra civil, ambientada en una ciudad que se parece tremendamente a Ferrol. Una novela sobre los primeros días del alzamiento, en la que hay también un lugar que se asemeja bastante a Neda y un barco que se parece mucho, también, a un navío del que no se ha dejado de hablar nunca.

-¿Se ha alejado de la poesía?

-No, no me he alejado. Ni muchísimo menos. Pero estoy convencido de que la poesía es algo que no se debe escribir todos los días. A diferencia del ensayo o de la novela, géneros en los que sí se puede trabajar diariamente. Pero con la poesía no sucede eso. Porque la poesía es, en efecto, aquello que permite decir lo que no puede decirse de otra manera. Y su escritura requiere de un estado especial del alma, también.

-Es una forma superior de la verdad, que diría Gamoneda.

-Por supuesto.

-Estando en Madrid, ¿sigue sintiéndose lejos?

-Sí, sigo sintiéndome lejos. A Galicia la echo de menos siempre, aunque la lleve conmigo. Porque yo soy ferrolano. Un ferrolano de Neda, por supuesto.

«No creo en la autoficción, aunque reconozco, como Pessoa, que el poeta es un fingidor»

«La adolescencia no es, en absoluto, una etapa fácil de la vida, en contra de lo que se dice a veces»

«Soy consciente de que el pasado está lleno de luces y sombras, y no voy a mitificarlo»