La velutina inicia su salida del letargo y los apicultores de Ferrolterra piden que se empiece a trampear

A. F. C. NARÓN

NARÓN

ALBERTO LÓPEZ

La delegación de la Asociación Galega de Apicultura solicita la colaboración de los ayuntamientos y los vecinos

01 abr 2022 . Actualizado a las 22:36 h.

La velutina inició en marzo la salida del letargo y la delegación de la Asociación Galega de Apicultura (AGA) en Ferrolterra lanza un llamamiento a los ayuntamientos de la zona para que animen a sus vecinos a colocar artilugios para capturar a las reinas, y evitar así la construcción de nidos y su proliferación. «Desde febreiro temos vinte trampas repartidas pola comarca e este é o momento porque están comezando a espertar. Pedimos aos concellos que saquen bandos para que a xente participe», señala el delegado de AGA en Ferrolterra, Rafael Díaz Nieto.

«Se non trampeamos axiña, teremos centos de niños en cada municipio, que xerarán problemas e mortes de colmeas, ao tempo que risco de morte para persoas alérxicas, coas defensas baixas ou con hipersensibilidade anafiláctica», alertan desde este colectivo. La Vespa velutina nigrithorax carece de depredadores naturales, por lo que es necesario «cazar as raíñas», para frenar su expansión. A la amenaza que entraña para la apicultura se suma el riesgo que supone para las personas, sobre todo cuando anida cerca de viviendas o zonas muy concurridas. ¿Cómo evitarlo? «Colocando un par de trampas na horta ou no xardín», responden desde la asociación.

Para que el trampeo resulte eficaz y eficiente hay que situar los artilugios «en lugares solleiros, porque o arrecendo do líquido atraente difúndese mellor canto máis quente estea». Deben colocarse alrededor de los nidos del año anterior que no fueron eliminados antes de septiembre, «porque un gran número de raíñas invernaron preto e buscarán manterse na contorna». Díaz Nieto aconseja ubicar las trampas en un radio de 100 a 150 metros de los nidos del período anterior.

También recomienda localizarlas cerca de plantas de especies asiáticas, como la aralia, la camelia de flor simple y con estambres o el níspero japonés, los frutales en flor o el sauce, y cerca de composteros o cabañas donde se almacena material de apicultura. «E por suposto —añade—, nun radio de cen metros arredor das alvarizas ou apiarios». Sugiere el uso de trampas «o máis selectivas posible, para evitar que entren nelas outros insectos polinizadores fundamentais para a reprodución de plantas e cultivos». Para ello, hay que realizar dos agujeros (de entre ocho y nueve milímetros de diámetro enfrentados) en la parte superior de una botella, para la entrada, y otros dos de cuatro a cinco milímetros, justo por debajo, para la salida de los insectos.

Como atrayente, AGA Ferrolterra propone cinco gramos de levadura fresca de pan, 200 gramos de azúcar y medio litro de agua, suficiente para llenar dos o tres trampas. Conviene renovarlo cada 12 o 15 días, en función de la temperatura.