Los centros de salud están saturados con las tareas que se derivan de la nueva normalidad. Hace meses que Antonio Otero, de la Confederación Estatal Sindicato Médico (CESM), asegura que el protocolo del covid-19 ha multiplicado el trabajo en los ambulatorios. «Centros de salud como el de Narón o el Fontenla Maristany de Ferrol están casi desbordados, porque los médicos se encuentran por la mañana con una agenda cercana al medio centenar de consultas la mayoría telefónicas, pero que generan mucha labor, porque hay que asegurarse bien del estado del paciente y a veces implican una cita presencial y a esto se suman incidencias de cada día», asegura Otero, que en los pasados días ha recibido muchas llamadas de facultativos de Atención Primara agobiados por esta situación.
El personal de los ambulatorios también acusa la carga de trabajo que supone la gestión de bajas, partes médicos o documentos que se han multiplicado con el inicio del curso. «Todavía hay gente de vacaciones, pero nos tememos que incluso cuando se incorporen no serán suficientes para atender a la demanda de este tipo de acciones burocráticas que generarán la vuelta al colegio y al trabajo», explican desde CESM, sobre una situación que se puede incrementar en las próximas semanas cuando tanto menores, como adultos comiencen a solicitar justificantes para las ausencias motivadas por el virus.
Urgencias
Los médicos de los ambulatorios reconocen que esta presión asistencial repercute en las Urgencias, a donde derivan muchos casos. Solicitan una nueva organización del trabajo para que no tengan que dedicar tantas horas a trámites burocráticos en detrimento de la asistencia.