Fany Aldrey, peluquera: «Con el método 'Curly girl' el rizo mejora desde el primer momento»

ANA F. CUBA NARÓN / LA VOZ

NARÓN

CESAR TOIMIL

Gente de toda Galicia acude a este salón de Narón en demanda de esta fórmula, sin siliconas ni sulfatos ni parabenos

20 ago 2020 . Actualizado a las 22:06 h.

Fany Aldrey López (As Pontes, 1989) estudió peluquería en Ferrol y trabajó durante casi una década por cuenta ajena. Hasta que el nacimiento de su primer hijo la animó a establecerse por su cuenta, «para intentar compaginar mejor la profesión y la maternidad». En septiembre cumplirá su primer año de empresaria, al frente de Aldrey Hair Beauty, en Narón. En su trayectoria reciente, casi tan determinante como Lucas, su bebé de 21 meses, ha sido Sandra, su hermana. «Ella me descubrió el método Curly girl. Cuando me habló de él le dije ‘ya estamos con experimentos'; pero lo probó, la evolución de su pelo [rizo] fue impresionante y empecé a investigar, estudiar y formarme», relata. 

La británica Lorreine Massey instauró hace años el Curly girl method, o método chica de pelo rizo, hasta hace poco desconocido en España. «En ninguna academia o instituto que conozca te enseñan a tratar el pelo rizado de una manera diferente al liso, cuando es totalmente distinto ya desde la estructura capilar, es mucho más complejo», apunta Fany, que se formó con la autora de esta fórmula en Jerez, junto a otras nueve peluqueras de distintas comunidades y de países como Francia o Marruecos. 

¿En qué consiste el método Curly girl? «En tratar el pelo de una forma natural, sin utilizar siliconas ni sulfatos ni parabenos ni alcoholes», describe. Aclara que «no es un tratamiento», sino una fórmula para el cuidado del cabello. Buscando una equivalencia con la nutrición, no es una dieta sino un cambio de hábitos. «Lo primero es eliminar las siliconas que tenemos todos acumuladas en el pelo por los productos que utilizamos [champús, acondicionadores, mascarillas, geles o espumas], puesto que el 90 % llevan siliconas. En el salón eliminamos las siliconas y empezamos una rutina nueva para no volver a usarlas», señala. Asegura que hay marcas low cost sin ingredientes perjudiciales. 

«Con este método notas mejoría en el rizo desde el primer momento -recalca-, la silicona asfixia el cuero cabelludo y la hebra capilar; aporta peso al rizo, por eso se ve menos rizado de lo que es; y lo disfraza, parece que tiene más brillo y está más hidratado de lo que realmente está, provoca un efecto maquillaje».

Pero antes de nada, Fany realiza un diagnóstico del estado del pelo, «para conocer el tipo de porosidad, la elasticidad, la oleosidad y la textura». Y a partir de ahí, corte en seco, la primera sorpresa de sus clientas. «No es lo habitual -reconoce-, pero un pelo rizo cuando lo mojas se estira y pierde la forma; lo cortas igual que el liso, que al secar no encoge tanto, y si dices por encima del hombro, ya seco pareces Dora, la exploradora [risas]».

La sesión continúa con una explicación detallada de las técnicas de lavado y definición, que varían en función de la elasticidad. «El asesoramiento es la parte principal de mi trabajo, indicándote qué tipo de cuidados necesita tu pelo o corrigiendo las rutinas que ya tenías», indica. Insiste en que «no siempre se tienen las mismas necesidades, y a veces tendemos mucho a hidratar y nos olvidamos de las proteínas. El 90 % de las personas que vienen tienen falta de proteínas».

El pelo del 95 % de sus clientas es rizo, aunque este método resulta igualmente beneficioso para el cabello liso. «Al eliminar las siliconas, casi siempre aparece una onda», comenta. Su propuesta ha suscitado tanto interés que recibe a gente de todas las edades y de toda Galicia, y la lista de espera es de un mes o mes y medio. La sesión ronda las dos horas y el coste oscila entre 50 y 90 euros, según el tipo de rizo.

«Este método te rompe todos los esquemas, todo lo que aprendiste tienes que aparcarlo», admite, muy satisfecha, sobre todo por la felicidad que genera. «Una clienta de Ourense salió del salón llorando, era la primera vez en varios años que se veía guapa al salir de la peluquería».