Laura Adela Fernández: «Soy la profe que soy porque fui una alumna invisible»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

NARÓN

JOSE PARDO

Esta enamorada de la educación dirige Equipo Laura, la academia de preparación de oposiciones a la enseñanza del polígono Río do Pozo

17 feb 2020 . Actualizado a las 10:02 h.

La ferrolana Laura Adela Fernández Blanco es un portento de mujer. No lo dice ella. Lo aseguran quienes la conocen y la quieren bien. «Perseverante», «tenaz», «brillante», «emprendedora», «súper exigente», «generosa», «positiva»... Son solo algunos de los calificativos que le dedican sus compañeros y alumnos de Equipo Laura, la academia de preparación de oposiciones a la enseñanza que esta enamorada de la educación dirige en el centro de negocios Arena 40, en el polígono Río do Pozo de Narón. Allí, la utopía de una enseñanza de calidad, inclusiva, innovadora y con mucho corazón no parece una quimera inalcanzable, sino algo posible si se ponen ganas e ilusión. «Nuestro proyecto se basa en el trabajo cooperativo, porque pensamos que el equipo es la llave del éxito, y también en ver el error no como un fracaso, sino como una oportunidad para aprender. Equipo Laura es descubrir, aprender, contagiarse, divertirse y sentir que eres importante. Y no es encerrarse, ni estresarse, ni agobiarse, ni competir», resume Laura Adela sonriente. 

«La secta»

Esta particular forma de ver la enseñanza y abordar la preparación de unas oposiciones no solo tiene forofos, sino también detractores. Laura Adela es consciente de que hay quienes la critican -a ella y a su «tribu»- , pero se lo toma con humor. «¿Sabías que algunos nos llaman la secta?», me dice mientras recorremos las salas de la academia, llena de rincones pintados de colores vivos y paredes salpicadas de mensajes motivadores para los alumnos. «Cuando llegan aquí, los opositores vienen con muchos miedos, pensando solo en sus limitaciones y obsesionados con el objetivo de conseguir la plaza. Aquí les ayudamos a encontrar y creer en sus fortalezas. Y yo siempre les digo que cambien la mirada y disfruten de las vistas, porque preparar una oposición es muy duro, pero también puede convertirse en un año de crecimiento personal y aprendizaje», comenta Laura Adela.

Hablando con esta mujer tan positiva y llena de energía nadie podría imaginar que de adolescente, en el instituto, se sentía como el «patito feo». «Sacaba buenas notas, pero siempre estaba agobiada, estresada. No era una alumna popular y en clase no hablaba ni levantaba la mano por miedo a equivocarme. Eso es algo que creo que nunca debería ocurrir en un aula. En la escuela, ningún niño debería ser invisible. No se puede dar luz solo a los que destaquen en algo, sino que todos deberían tener la oportunidad de brillar. Si yo soy la profe que soy es porque fui una alumna invisible», apunta esta maestra especialista en audición y lenguaje y enamorada de métodos como la disciplina positiva o el PNL.

Laura Adela sabe bien de lo que habla porque durante veinte años ejerció como maestra en diferentes colegios, diez de ellos en el Atios de Valdoviño, donde empezó a trabajar sin libros de texto y descubrió que la inteligencia emocional es el «ingrediente mágico» para lograr resultados en los niños. Habla de aquella etapa con mucho cariño y agradecimiento, pero también recuerda que fueron años muy duros, porque entonces ya formaba a opositores y andaba siempre como «un cuello sin cabeza». Por eso decidió cogerse una excedencia y volcarse de lleno en Equipo Laura -donde le acompañan otros catorce profesores, todos «formidables»-, además de asesorar a la Xunta en proyectos de innovación educativa.

Me cuenta que ahora, a punto de cumplir 44, se siente en equilibrio. «Me he dado cuenta de que no siempre puedo llegar a todo. He aprendido que a decir no y a no sentirme culpable por ello», confiesa. Se declara «caranceira» de corazón, aunque vive en O Val, cerca de la academia. Y tras mentar su devoción por el surf, el pilates y la música de Andrés Suárez, se despide con una declaración de amor hacia su familia: «Mis dos hijos, mi madre y mi hermana son los pilares de mi vida».