Una pasarela peatonal de dos metros de ancho permitirá salvar la vía del tren en Santa Icía

La Voz NARÓN

NARÓN

JOSE PARDO

La Diputación prevé aprobar el proyecto constructivo este mes

07 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Diputación tiene ya definido cómo será la pasarela peatonal prometida a los vecinos de Santa Icía para mejorar la seguridad en la principal arteria de comunicación del barrio, a su paso sobre la vía del tren. Finalmente, el paso no discurrirá pegado al cuestionado puente.

Y aunque aún deberá pasar por el pleno para su aprobación -previsiblemente se producirá este mes-, antes de su contratación, el proyecto que llevan años reivindicando los residentes está por fin listo. Las estrechísimas aceras actuales que, como reconocen desde el ente provincial «no aseguran las debidas condiciones de seguridad», pasarán a lo largo de este año a la historia. Y el tramo, especialmente transitado por la presencia del apeadero y del pabellón de Campo da Serra, experimentará una mejora.

Las obras proyectadas consisten en la ejecución de una pasarela peatonal de 18 metros de largo con una anchura de dos metro y una altura de 5,59 metros sobre la línea del ferrocarril.

Sera una pasarela metálica «formada por celosía de elementos tubulares, en arco rebajado para garantizar el gálibo solicitado por ADIF respecto a la vía». Añaden desde el organismo provincial que el pavimento de la pasarela será en hormigón y dispondrá de valla antivandálica.

Ubicación

Pero ¿por dónde discurrirá? Tal y como anotan desde la Diputación, la pasarela se construirá en paralelo al puente -a poco más de un metro de distancia- comunicando la calle San Carlos y la de la rúa Estación. Es decir, se levantará entre la artería principal del barrio y el puente del Camiño do Roibo. Y para facilitar la continuidad de la circulación peatonal se pintarán pasos de cebra a uno y otro lado.

«Da igual que vaia por un lado que polo otro, con tal de que fagan dunha vez», sostiene Dositeo García, presidente de la Asociación de vecinos Trasancos. Aunque reconoce que la circulación peatonal en el barrio es más frecuente justo por el otro lado del puente, es decir, en las proximidades del apeadero y del pabellón.

Conscientes de que el proyecto, cuyo presupuesto rondará los 300.000 euros aún tardará en hacerse realidad -la ejecución ronda los ocho meses-, desde la asociación denuncian el mal estado de las aceras de la avenida, sobre todo en el puente. «Non sei se esperan que haxa un accidente grave. Cada vez hai máis xente e pasan máis buses pola zona e o estado das aceras é desastroso», sostiene García. Una preocupación que la alcaldesa, Marián Ferreiro, trasladaba esta misma semana al presidente provincial.