«Es una vergüenza que Narón haya quitado las torretas y en Ferrol sigan todavía en pie»

J. C. FERROL / LA VOZ

NARÓN

Las protestas por la presencia de torretas en zonas urbanas se han repetido en varios municipios

25 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las protestas por la presencia de torretas en zonas urbanas ni son nuevas ni se limitan a Fene. De hecho, las principales poblaciones de la comarca -Ferrol y Narón- se erigen como ejemplos para lo malo y lo bueno respectivamente, en lo relativo al soterramiento de líneas de alta tensión.

Santa Icía, en Narón, se convirtió en el ejemplo a seguir a finales de los noventa, cuando, tras años presionando a Fenosa, logró que se retiraran las torres de la avenida de A Solaina. Con todo, en el límite con la urbe naval aún queda una encajada entre bloques de viviendas. Es la primera de una serie que sigue hasta la subestación de Santa Mariña, atravesando San Xoán. «Es una vergüenza que Narón haya retirado todas las torretas y que en Ferrol sigan en pie, y solo se busquen excusas para no hacer nada», señala Andrés Medín, presidente del colectivo vecinal del barrio.

Su homóloga de Santa Mariña, María Rivera, afirma que los políticos se han olvidado del problema. «Al margen de los perjuicios que generan para la salud, producen ruido, afean la zona e incluso restan valor a las propiedades», opina. La retirada de la subestación la da por imposible, por más que se aprobara hace una década en pleno.

Y tampoco Caranza ha tenido suerte en este terreno. Las torretas y el tendido van desde el Conservatorio hasta Montón, sobrevolando el paseo y la playa. Recuerda la presidenta vecinal, Mapi Rodríguez, que en el barrio la canalización está hecha, pero soterrar la línea de alta exige obras adicionales y un pago elevado a Fenosa que los últimos gobiernos no contemplaron.