La Festa do Pemento do Couto agotó sus 600 raciones antes del mediodía

R. Loureiro

NARÓN

José Pardo

La celebración, que este año tuvo por pregonero al artista plástico Leando Lamas, crece año tras año

21 jul 2019 . Actualizado a las 17:12 h.

Lo decía, a mediodía, en O Couto, Xosé Francisco Roal, una de las personas que con su esfuerzo hacen posible que la Festa do Pemento exista: «Tiñamos seiscentas racións preparadas, pero xa hai máis dunha hora que se esgotaron os ticktes. De feito, onte pola tarde xa se venderan unhas catrocentas, máis ou menos. Foi un éxito total. Ninguén podía contar con que isto seguira medrando así».

Hacia calor en O Couto (un verdadero día de verano, el de hoy) mientras personas de todas las edades se daban cita, no muy lejos del monasterio, para disfrutar de un día de celebración gastronómica y para rendirle tributo, así, a un producto que año tras año ha ido ganando prestigio en la mejor cocina gallega.

Es bien sabido que la horticultura entró con fuerza en Galicia, en la Edad Media, de la mano del monacato. Y si la historia y la leyenda (que a menudo pueden ser igual de hermosas) unen los pimientos de Herbón a los monjes que habitaron el lugar, en O Couto sucede otro tanto.

Es muy hermoso, O Couto. En verano, especialmente. El monasterio conserva tres ábsides románicos cuyo equilibro ?cuya extraordinaria belleza? admiran al visitante cada vez que se acerca a ellos. Por allí pasó (nunca nos cansaremos de repetirlo) el mismísimo Padre Sarmiento, que visitó el lugar cuando el prior era un gran amigo suyo (otra figura intelectual de especial relevancia en su siglo, el XVIII), el Padre Felipe Colmenero.

El valor de los milagros

No falta, incluso, quien atribuya a un milagro el hecho de que los pimientos de O Couto, sin perder por ello el fino sabor de los mejores pimientos gallegos, jamás piquen. «Non, estes non pican nunca. Ben mo pode creer. Destes pementos, non pica nin un», recalcaba uno de los asistentes a la fiesta de hoy. Lo cierto es que, como ya apuntábamos antes, el pimiento de O Couto no ha dejado de ascender, a lo largo de las dos últimas décadas, en la gastronomía gallega. Y eso es algo que han conseguido los propios vecinos (cuya asociación ha sido siempre muy activa), conjuntamente con la Cooperativa de O Val, la Orde de Damas e Cabaleiros do Pemento do Couto y el Concello de Narón. La propia alcaldesa del municipio, Marián Ferreiro, agredecía esta mañana públicamente la labor de todos cuantos han venido haciendo posible ranto la fiesta como la puesta en valor de este producto gastronómico naronés. Un producto que ayer tuvo como pregonero al artista plástico Leandro Lamas (cuyo pregón, cargado de humor, también viajó hasta la Edad Media), en una jornada en la que se premió, por su labor, al ingeniero Francisco Pico, cuyo trabajo resultó decisivo para lograr la calificación de Indicación Xeográfica Protexida.