El grupo Altamira inicia hoy mismo las obras para terminar la macrourbanización
15 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Tras años de parón, vuelven las grúas al residencial Las Torres, impulsado por la extinta promotora de viviendas Epaat en la antigua finca de Arzúa. El que fuera y es uno de los símbolos del Narón de los 40.000 habitantes. Un gigante que cayó víctima de la crisis del ladrillo. Ni se materializó el desembarco de grandes firmas comerciales, ni se agotaron los pisos. Y lo que es peor, la edificación quedó a medias. Algo que va a cambiar de inmediato.
Esqueletos de hormigón y ladrillo, bajos tapiados, aparcamientos inutilizados, bolsas de agua cada vez que hay tormenta... La imagen que se encuentran quienes entran en la octava ciudad de Galicia, y concretamente quienes se dirigen al entorno de la Casa Consistorial, desde la AP-9, mutará en poco tiempo.
La actual propiedad -el Grupo Altamira- ha iniciado el despliegue para completar el ambicioso proyecto inmobiliario.
Y así, la gallega Construcciones Ramírez iniciaba ayer su despliegue en la zona para levantar la torre pendiente, de la que ya están listos los sótanos. Apuntan desde la compañía que, como punto de partida para desarrollar la actuación, procederán a la demolición de los esqueletos que ya está en pie. Posteriormente, procederá a la construcción de la torre pendiente. Un inmueble de ocho plantas de altura y un total de cinco viviendas por planta. En total, 40 nuevos pisos que ampliarán la oferta residencial en la zona. El proyecto inicial contemplaba crear lofts y un espacio hotelero.
El nuevo proyecto constructivo tiene un plazo de ejecución de unos quince meses y está previsto que arranque hoy mismo.