Tras años de experiencia en el sector hotelero, la joven pontesa se pone al frente de su propia firma. A través de ella, desarrolla servicios para pymes y particulares
11 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Se ha embarcado en un proyecto que le permite dar rienda suelta a su creatividad, porque «cada trabajo, cada encargo que recibo es único y diferente». Tras estudiar Turismo, la pontesa Noelia Cabarcos sumó experiencia y conocimientos en algunos de los mejores hoteles de Galicia. En su última etapa, Cabarcos dirigió -durante más de una década- el área termal del Balneario de Mondariz. Pero con su segundo hijo llegaron los cambios. Apasionada de su trabajo, dejó la primera línea para dedicarse plenamente a la organización de eventos. «Me permite seguir vinculada a un sector que me encanta. He tenido la suerte de poder dedicarme siempre a lo me gusta y así sigue siendo». Ahora con nuevo epicentro -As Pontes- pero con la misma vocación: «diseñar momentos únicos e irrepetibles».
Pymes y particulares
Convencida de haber aterrizado en un «nicho que no está cubierto», se aleja de los servicios más tradicionales, porque «mi intención no es competir en el mundo, por ejemplo, de las bodas donde ya hay mucha oferta». Su público son las pymes y también los clientes particulares. ¿Cómo los ejecuta? «En el primer caso, es muy importante crear una identidad de marca. Nos reunimos y configuramos la idea. Hay que atender al logo, los colores corporativos y la imagen que se quiere mostrar». Así lo ha hecho en sus últimos proyectos: un desayuno empresarial de la asociación Seara o la inauguración de la nueva sede de Blindaxe Sport en Narón. Y así lo hará también este jueves en la presentación de una tienda especializada en montañismo en Arteixo. ¿Qué se le ofrece a un deportista como ágape? «No tendría sentido algo muy dulce, así que he diseñado unos cucuruchos con una selección de frutos secos. En otras ocasiones he puesto brochetas de frutas o galletas personalizadas». Pero lo suyo no son solo las empresas, así lo demuestran algunos de los «momentos irrepetibles» en los se ha colado en los últimos meses. «Me contrataron para diseñar una pedida de mano en una autocaravana. Mi cliente quería hacerla en un lugar especial y, además, quería quedarse allí, así que me encargué de alquilar el vehículo, mirar permisos y prepararlo todo». ¿Con qué menú completó la sorpresa? «A la chica le encantaba el sushi», así que jugaron a caballo ganador. «Se trata de dar forma a todas las ideas, a las más originales y a las más tradicionales, como un cumpleaños. Cada cliente quiere trasladar una imagen propia y esa es nuestra meta, tanto para los particulares como para las empresas o pequeños comercios que tienen que lanzar su marca o que podrían reforzarla con presentaciones de colecciones de gafas o nuevos modelos de coches». Abanico amplio de clientes e infinito de servicios. Porque cada uno de los que Noelia Cabarcos diseñe será único e irrepetible.