El cementerio del Alto acumula un mes con uno de sus muros derribado

NARÓN

Los vecinos urgen su arreglo aunque se realizan gestiones para trasladar la necrópolis

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El cementerio de la parroquia de San Xosé Obreiro, en el Alto do Castiñeiro, lleva más de un mes totalmente abierto por un lado, porque el muro fue derribado por el viento en el temporal que se registró a finales de abril. Ya lo estaba cuando se celebraron las fiestas patronales y algunos vecinos se encargaron de colocar unas vallas para impedir posibles actos vandálicos dentro de la necrópolis.

La situación permanece a día de hoy y residentes en la zona se quejan del retraso en la reposición del cierre. Varios vecinos calificaban ayer la situación de una «auténtica vergüenza».

El párroco, Cándido Jesús Otero, manifestó a este periódico que hay una comisión encargada del asunto. Según indicó, se está analizando el estado de todo el cierre, porque, al parecer, hay problemas estructurales, por lo que, de momento, se desconoce si bastará con reponer el tramo que se vino abajo o si es necesario reconstruir todo el perímetro.

En cualquier caso, la pervivencia de este cementerio podría verse limitada en el tiempo. Hace cerca de diez años ya se planteó la posibilidad de su desaparición e incluso se firmó un protocolo entre el Concello de Narón y el Obispado de Mondoñedo-Ferrol. El convenio urbanístico que se preveía entonces, y que ahora está a la espera de negociaciones, contemplaba la concesión de una licencia de obras a la Diócesis para la construcción de viviendas en los terrenos del cementerio y otros anexos, con la cesión de otra parte de la parcela al Concello para la creación de una zona verde. La administración local tendría que hacerse cargo del traslado al cementerio municipal.

Según informó ayer el alcalde de Narón, José Manuel Blanco, la iniciativa sufrió un parón en el 2012, debido al elevado presupuesto presentado por Funespaña para la construcción de los más de 300 nichos que se necesitaban para el traslado, que ascendía a 1,8 millones de euros. La concesión del cementerio municipal pasó después a manos de Mapfre y en enero de este año se retomaron las conversaciones y ahora se está a la espera de un nuevo presupuesto.

Blanco indicó que también resulta imprescindible que todos los propietarios de nichos estén de acuerdo con el traslado, cuestión en la que ya se había avanzado bastante en la anterior etapa de negociación.

El convenio urbanístico tendrá con la Diócesis tendrá que contemplarse también en la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal que se está tramitando.

Aún entendiendo que se trata de una operación urbanística compleja, desde el Concello naronés se ve con buenos ojos la posibilidad de que desaparezca el cementerio del Alto do Castiñeiro, que está ubicado en una zona de expansión del municipio, justo en la parcela colindante con el Pazo da Cultura.

De momento, en esta necrópolis siguen realizándose enterramientos.