Un naronés acusado de tener fotos de menores será juzgado por difusión de pornografía infantil

Noelia Silvosa
N. Silvosa FERROL

NARÓN

El fiscal sostiene que facilitaba el acceso a más de 26.000 imágenes de niños sin ropa

02 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de Narón comparecerá hoy ante el Juzgado de lo Penal número 2 por un presunto delito de difusión de material pornográfico en cuya colaboración han sido utilizados menores de edad. Los hechos de los que se le acusan ocurrieron el día 11 de octubre del pasado año 2011 en el seno de una investigación policial, en la que se solicitó a los juzgados madrileños los datos de IP desde los que se hubiesen descargado al menos dos archivos de contenido inequívocamente pornográfico infantil.

Uno de los resultados que se vertieron de dichas pesquisas señalaron directamente al domicilio del acusado. Hasta allí se desplazaron los agentes para realizar un registro que dio como resultado la imputación de este hombre.

«eMule»

La policía comprobó, y así lo recogió en su informe, que su ordenador tenía instalado el programa de intercambio de archivos P2P eMule, que además se encontraba en funcionamiento. Entonces se realiza una búsqueda de archivos en el equipo, además de en otros soportes relacionados como pen drives, cedés y deuvedés con resultado negativo. Finalmente, se le interviene el disco duro. En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal señala que el acusado facilitaba al resto de usuarios del mismo software el acceso a un total de cuatro archivos en los que almacenaba más de 26.000 imágenes de menores de edad sin ropa y en actitud inequívocamente sexual.

En la papelera de reciclaje

Pero es que además, el fiscal apunta que este hombre conservaba en la papelera de reciclaje del mismo ordenador un total de 6.049 archivos con imágenes y dos archivos de vídeo en los que aparecían menores de edad desnudos y en la misma actitud sexual, si bien estos archivos no eran accesibles para los demás usuarios de la red.

Por estos hechos, el Ministerio Fiscal pide una pena de dos años y seis meses de prisión. Por su parte, el acusado declaró que nunca ha comprado ni descargado pornografía infantil. Sí reconoció haber descargado ocasionalmente pornografía de adultos, que alguna vez incluía pornografía de menores que posteriormente borraba.

Si nunca llamó a la policía, sostiene el hombre, es porque temía que se llevasen su ordenador, y dice que no recuerda haber descargado ni compartido los tres archivos que dieron lugar a la identificación de su dirección IP durante la investigación policial que llevaría a los agentes hasta su domicilio.

Asimismo, incidió en que colaboró con ellos en todo momento durante el registro que se hizo en su vivienda.