Un millar de firmas para salvar una escuela indiana centenaria en Franza

f. fernández FERROL / LA VOZ

MUGARDOS

Carlos Carballeira

Los vecinos de Mugardos reúnen apoyos para que O Cruceiro sea un bien municipal

19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tres años se cumplieron cien de la creación de la Institución Escolar Franza-Seijo, constituida por emigrantes de esas parroquias de Mugardos que se asentaron en la entonces próspera La Habana en busca de una vida mejor. Para ellos y para sus familiares y vecinos que se habían quedado en la tierra. Los indianos no se limitaron a juntarse en una asociación, sino que, en realidad, lo que querían era recaudar dinero entre ellos y entre sus paisanos en la ría para construir una escuela que, al menos, alfabetizase a los niños de sus parroquias de origen para evitar lo que ellos tuvieron que hacer: dejar atrás el hogar familiar y cruzar el charco para ganarse la vida.

Tras varios años en construcción, empezó a funcionar en 1927 la escuela do Cruceiro de Franza, para niños y niñas, que cerró en 1932, al parecer por desavenencias entre los socios que estaban en La Habana y la delegación que se creó en Franza.

El edificio, construido siguiendo el diseño típico de la arquitectura indiana, con tintes modernistas y neoclásicos, quedó abandonado durante años, recuerda el historiador de la ría Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, quien, junto a Jorge Gómez Rodríguez, publicaron hace tres años un libro conmemorando el centenario de la creación de la institución. Esa edición movió conciencias entre los vecinos de esas parroquias de Mugardos, pues sus padres y madres acudieron a aquella escuela construida con el esfuerzo de los emigrantes. Por eso, han emprendido una campaña para salvar el inmueble, que está «cayéndose a trozos», y evitar lo que le ha pasado a tantas y tantas construcciones indianas, sobre todo a las que tenían un fin educativo. Una parte del tejado ya se ha desplomado.

Y así fue cómo apasionados del patrimonio local, como Luis Rico o el propio Miguel Ángel Rodríguez, iniciaron una batalla para recuperar el edificio indiano, inscrito por la Iglesia hace solo diez años como una de sus propiedades en la ría.

Hasta el momento, han recogido ya un millar de firmas que entregarán en el Ayuntamiento de Mugardos. Su objetivo, que la escuela vuelva a ser pública, como dejaron escrito sus fundadores en los estatutos del instituto que la promovió, y que se convierta en un centro de interpretación del indiano, explica Luis Rico.

Para ello, los promotores de la iniciativa tienen previsto contactar no solo con el Concello de Mugardos, sino también con los de Ares y Fene, los tres de la ría que mayor patrimonio legado por los inmigrantes atesoran. También acarician la idea de que la Diputación de A Coruña se involucre en la iniciativa de recuperación patrimonial.

JOSE PARDO

Miguel Rodríguez apunta que lo primero que habría que hacer es que la escuela de O Cruceiro de Franza, cercana a la iglesia parroquial, sea catalogada como bien patrimonial dentro del plan de urbanismo de Mugardos, que todavía no lo está. A partir de ahí, los promotores de la recuperación del inmueble centenario pretenden que el Ayuntamiento mugardés negocie con el Arzobispado de Santiago para convertir el edificio en un bien público municipal. Entre tanto, exigen a la Iglesia que realice tareas de conservación para evitar que continúe el deterioro de la estructura.

En opinión, tanto de Luis Rico como de Miguel Rodríguez, la inscripción de la escuela a nombre de la Iglesia en el 2014 fue un acto irregular. El Gobierno acabó ese año con un privilegio del que gozaba la institución religiosa desde 1946 que le permitía poner a su nombre en el registro de la propiedad cualquier edificio, almacén, cementerio, garaje o huerto sin dueño oficial y sin tener que demostrar que era la propietaria.

Un inmueble que fue cooperativa ganadera y que acabó en manos de la Iglesia

La escuela de O Cruceiro no fue solo escuela. En 1932 dejó de funcionar como tal y quedó abandonada. En 1941, el edificio fue incautado por el Estado franquista, pero en 1952, los socios que quedaban de la delegación de la institución lo cedieron a la cooperativa ganadera de Franza. Miguel Ángel Rodríguez explica que, a raíz de eso, el inmueble fue usado como caja de ahorros y créditos. La cooperativa empezó a acumular deudas que no sabía cómo saldar y el párroco de Franza se ofreció a pagarlas a cambio de la escuela indiana. El historiador reconoce que pocos de estos hechos están documentados y que son recuerdos de los vecinos. La Iglesia inmatricula la propiedad en el 2014, pero el bien está en ruinas.

El historiador de la ría destaca que la escuela fue construida con donaciones de los emigrantes y también de vecinos de las parroquias mugardesas. Así, consta que Fernando San Juan y Nicolás Pazos donaron los terrenos (el primero de forma gratuita y el segundo, a cambio de una cantidad simbólica de dinero).

El edificio se empezó a construir en 1924.

Otra escuela

Miguel Rodríguez aclara que dejó de funcionar como escuela en 1932 fundamentalmente por las diferencias entre los socios en La Habana y los de Franza, pero influyó otro factor importante. Y es que en 1929 se inauguró el grupo escolar Francisco Vizoso, donde se escolarizaron los niños de las parroquias más próximas. Ese centro sigue en activo y en la actualidad funciona como centro de formación municipal, para cursos y talleres de empleo.