Los socialistas anuncian su pase a la oposición después de que la alcaldesa quitara competencias a su líder
18 oct 2019 . Actualizado a las 20:38 h.Cuatro meses y cuatro días. Esa ha sido finalmente la duración del bipartito de izquierdas de Mugardos. El gobierno de la villa coruñesa saltaba este viernes por los aires después de que la alcaldesa Pilar Díaz (Esquerda Unida) decidiera, de forma unilateral, retirar las delegaciones genéricas al primer teniente alcalde, el líder del PSOE mugardés, José Ángel Martínez Berdanca, quebrando definitivamente el pacto que le permitió mantener el bastón de mando a pesar de no ser el partido más votado y contar solo con cuatro de los trece ediles de la Corporación.
La resolución desencadenó un ruptura que se venía fraguando desde hace tiempo. De hecho, los socialistas amagaron en septiembre con dejar el ejecutivo si no se cumplía el reparto de competencias recogido en el acuerdo de investidura. Un ultimátum que no surtió efecto.
Díaz, que este viernes no daba por roto el gobierno, justificaba su decisión en la lentitud de su socio para conformar el pago de facturas en sus áreas de gobierno —Servicios y Personal— provocando problemas con proveedores habituales. «Non podemos permitir que colapsen o Concello», sostenía, para a renglón seguido echar en cara a sus socios haber votado contra uno de sus proyectos estrella.
La versión de los socialistas es radicalmente opuesta. Martínez Berdanca recuerda que «nunca cedió Obras, y creó una delegaciones específicas en Hacienda y Deportes que aún no se sabe qué alcance tienen». «Le falta diálogo y disposición para trabajar en equipo», aseguran desde el PSOE, y anotan que Díaz intentaba gobernar como si tuviera mayoría absoluta. «No se lo permitimos y por eso le molestamos», concluye el cesado.
El lunes los tres ediles socialistas tienen previsto dejar formalmente el gobierno y pasarse a las filas de la oposición. Una situación que deja a Mugardos con un gobierno en franca minoría. Una situación que no es nueva en la villa. La propia Pilar Díaz afrontó la recta final del pasado mandato gobernando con tres ediles, tras expulsar del ejecutivo a los partidos que la apoyaron en la moción de censura que arrebató la alcaldía al partido más votado, el PP. El futuro está ahora por decidir.