«Cuando planteé en el PSOE la cuota del 25 % me dijeron que estaba loca»

Emma araújo SANTIAGO

MUGARDOS

XOAN A. SOLER

Fue concejala en Mugardos durante doce años y hoy preside Teenses pola Igualdade

10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo define a Rosa Gómez Limia (Barbantes, 1943) es la palabra feminista, y por eso es la que más repite cuando hace balance de su intensa actividad política, que comenzó en la recta final del franquismo y cristalizó en 1979 como candidata del PSOE a la alcaldía de Mugardos.

«Mi vida es muy curiosa, yo lo veo todo como una casualidad», afirma al recordar cuando sus hijos llegaban «con las manos rojas de frío del colegio porque no había calefacción» y decidió protestar. «Y si protestas mucho, la gente llega a la conclusión de que los vas a defender muy bien. Por eso acabé en la asociación de padres. Y allí me vi, en una directiva sola con hombres, cuando a las reuniones solo íbamos las mujeres», recuerda.

A ese colectivo añadió una asociación de vecinos, germen de las candidaturas del PSOE y del Partido Comunista. Cuando habla de su entrada en política dice que fue «pionera sin buscarlo, como en otras muchas cosas de mi vida». «Aquello surgió porque en el PSOE me dijeron que teníamos que preparar una candidatura. Yo acababa de instalarme en Mugardos y no era una persona conocida, por lo que reuní a un grupo de amigos para hacer la lista. Nadie quería encabezarla y, como fui la que organizó aquello, dijeron que tenía que ir yo», explica Rosa Gómez. Comenzó como edila de Cultura y Hacienda y, cosas de la vida, o del machismo, en las siguientes elecciones «había varias personas interesadas en ser candidatas, pero dije que tenía que ser yo».

Su entrada en la ejecutiva gallega de los socialistas también fue por protestona, por reclamar la inclusión del gallego, catalán y euskera en la ponencia de un congreso. «Y me llamó Paco Vázquez», para, de nuevo, ser la única mujer. «Siempre me tocó estar sola en muchos sitios», concluye.

Como feminista es firme defensora de la «discriminación positiva». «Peleé para que hubiese una secretaría de la mujer en el partido y concejalías de la mujer», recuerda orgullosa. El año 1988 fue para ella ciertamente especial, ya que se convirtió en la primera parlamentaria gallega del PSOE y los socialistas aprobaron la cuota de un 25 % de mujeres en las listas. Fue parlamentaria «por casualidad, porque iba en el puesto número once de la lista». «¡La primera mujer era la número once!», exclama con pesar. Y eso que en el congreso que eligió a Antolín Sánchez Presedo como secretario general ella fue la persona que en votación secreta consiguió más apoyos.

De ese corto período de su vida recuerda que no le hacía ninguna gracia «que me tratasen como si fuese la niña mimada», una sensación que compartía con Emma González Bermello, también diputada autonómica.

Las cosas cambiaron cuando, cuenta, «me llama Matilde Fernández, que después acabaría siendo ministra, y hablamos de que necesitábamos promocionar a mujeres. Así creamos las asociaciones de mujeres progresistas, y planteamos y abrimos el debate para la presencia en las candidaturas». «Cuando planteé en el PSOE la cuota del 25 % me dijeron que estaba loca», añade.

Acérrima defensora de la paridad, «porque tenemos que ser visibles para que se den cuenta de lo que valemos», la asociación que preside, Teenses pola Igualdade, en la que también hay hombres, participó en la organización de los actos del 8M. «Ese día lloré, porque cuando hablamos de discriminación quedó claro que no estamos equivocadas», defiende. Jueza de paz en Teo desde el 2011, su feminismo queda patente en las bodas: «Cuando leo el artículo 66 del Código Civil miro al novio y le recuerdo que hay que compartir, no ayudar».

Protagonista. Rosa Gómez Limia es presidenta de Teenses pola Igualdade y jueza de paz desde el año 2011. Ejerció como perita mercantil y estudió Periodismo en la USC.

Trayectoria. Concejala y parlamentaria del PSOE, de sus publicaciones destaca «100 Mulleres galegas artistas emerxentes».