El monasterio de Monfero languidece, cubierto de maleza y en absoluto abandono

ANA F. CUBA MONFERO / LA VOZ

MONFERO

Los claustros y los muros están cubiertos de vegetación desde hace años
Los claustros y los muros están cubiertos de vegetación desde hace años CESAR TOIMIL

Dos asociaciones reclaman medidas, sin respuesta de la Xunta ni del Concello, que espera la cesión del inmueble para poder destinarlo a «usos turísticos»

21 ene 2022 . Actualizado a las 16:01 h.

La maleza invade desde hace años los claustros y los muros del monasterio de Santa María de Monfero, una edificación del siglo XII declarada Bien de Interés Cultural (BIC). En realidad, la vegetación crece sin control desde 2010, cuando finalizó la primera fase de las obras (la única ejecutada hasta el momento), en las que la Xunta invirtió 1,8 millones de euros. En algunos puntos del tejado del cenobio han brotado pinos, lo que evidencia el abandono absoluto del inmueble.

El 1 de agosto de 2021, dos asociaciones de MonferoRural C y Amigos do Mosteiro— remitieron un escrito a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta y a la Dirección General de Bellas Artes y el Servicio de Protección del Patrimonio Cultural, advirtiendo «da existencia de restos de lixo de todo tipo [vidros rotos, plásticos, latas de bebida], de xeito habitual no adro do mosteiro». Alertaban del «patente estado de deterioro e abandono que sufre o valado situado no medio do adro, separando o campeiro, coa conseguinte perigosidade para a saúde das persoas [xa houbo accidentes que acabaron en urxencias]».

Los colectivos aludían a la celebración de botellones en el atrio y a la presencia «habitual» de vehículos aparcados en esta zona y alrededor del cruceiro. «Polas noites son frecuentes os derrapes ao redor do mosteiro e na entrada do adro», añadían. Señalaban, además, que los domingos por la mañana «acuden decenas de persoas visitar o mosteiro, atopándose con que está pechado o primeiro domingo de mes». Ante esta situación, que califican de «grave e degradante para a imaxe das asociacións, do Concello e do patrimonio», solicitaban la intervención del Ayuntamiento.

Rural C y Amigos do Mosteiro pedían a la Administración local «que manteña as condicións hixiénicas e a seguridade das infraestruturas; restaurar a zona do valado; sinalizar unha zona de aparcamento, que non interfira co patrimonio; pechar o acceso a vehículos particulares ao adro e á zona do cruceiro; e abrir o mosteiro de luns a domingo, para non causar prexuízo ás persoas que soamente poden visitalo en días santos». Ni la Xunta ni el Gobierno central ni el Concello han contestado al escrito, seis meses después de que lo registraran.

El 27 de junio de 2003, el Arzobispado de Santiago, al que pertenece el monumento, firmó un convenio de colaboración con la Consellería de Cultura «para a posta en valor do mosteiro, para a prestación de servizos turístico-culturais». El acuerdo contemplaba la cesión «a título gratuíto e por 99 anos», excluyendo la iglesia o el patio de muro románico anexo que da acceso al coro alto y al campanario. En 2007, ambas instituciones rubricaron una adenda, que reducía la cesión a 50 años, «prorrogables de xeito automático 25 anos máis».

La Administración autonómica se comprometía a restaurar y rehabilitar el monasterio y a adoptar «as medidas que permitan a súa explotación, co fin de xerar emprego». La idea era habilitar un hotel en el edificio principal. La fase inicial de las obras se completó entre 2009 y 2010, y a partir de ahí se paralizó el proyecto. El alcalde de Monfero, el socialista Andrés Feal, asegura que lleva años intentando que «llo doen ao Concello», pero de la Xunta le remiten al Arzobispado, y todo continúa igual. «O que queremos é poder ensinar os claustros, porque agora só está aberta a igrexa e o coro, os espazos de culto, e que nos autoricen a cobrar una taxa pola entrada, de 1,5 ou 2 euros, para axudar ao mantemento e aos gastos de persoal», explicaba el regidor en mayo de 2018.

Según indicó ayer, Feal ha encargado «unha pequena memoria» sobre los usos que pretende darle al cenobio, de carácter «turístico, mentres [a Xunta] no queira seguir co proxecto de hotel-balneario». «Sería só acondicionalo e poder ensinalo, sen máis obras. Aí gastáronse 1,8 millóns de euros, aseguráronse os muros, non hai perigo de que caian, e fíxose o estudo arqueolóxico», apuntó. Espera poder abrirlo en verano. El Concello, que gestiona una oficina de turismo en el cenobio durante cinco meses, desde mayo, estima en unas 20.000 las visitas anuales.