Descubrimos la identidad de la escritora Lily Beirut

MONFERO

Los autores bajo el seudónimo
Los autores bajo el seudónimo i. VALERIO

Un seudónimo con historia

24 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

1Ya ha llegado a la librería Cantón de Ferrol el primer libro de Lily Beirut. Pero, ¿quién es Lily? Es el seudónimo utilizado por Carmen González y Alberto V. Serantes. Carmen regentó hasta hace dos años la librería cafetería Lea en la calle Arce, esquina Iglesia y Alberto realizaba allí la actividad denominada English Coffee. Atrás quedaron aquellos tiempos y ellos se han reinventado. Se han pasado, por decirlo de algún modo, al otro lado de los libros, como creadores. Juntos acaban de sacar a la luz su primera novela titulada Cómo si se la hubiese tragado la tierra. El libro, autopublicado a través de la plataforma Amazon, puede conseguirse desde esta semana en la librería Cantón 4. Es una novela en plan Thriller, con un bebe que desaparece, una madre que se vuelve loca y otros dos personajes que pasados algunos años tratarán de resolver el misterio del bebé desaparecido. Los comentarios de los lectores son muy positivos y Carmen y Alberto están muy contentos y animados con la acogida de su ópera prima. El libro lo firman como Lily Beirut, porque fue en esa cafetería en donde surgió la chispa que dio como resultado esa fructífera colaboración. Esperamos que continúen escribiendo buenas historias.

Los premiados
Los premiados

Premio en Monfero

El CPI Virxe da Cela de Monfero acogió el pasado viernes el acto de entrega del Premio Galego de Educación para o Desenvolvemento e a Cidadanía Global en la categoría de secundaria. El premio lo concede la Coordinadora Galega de ONGD, que lo puso en marcha para reconocer experiencias educativas que fomenten una ciudadanía solidaria, crítica y comprometida con la justicia global. Además del alumnado de secundaria, en el acto participó el alcalde de Monfero, Andrés Feal, el presidente del ANPA del centro, Jorge Piensa, así como representantes del profesorado. La profesora Verónica Dopico, coordinadora junto a Yolanda Castro del programa Monferosolidario, la iniciativa ganadora, se mostraron muy orgullosas por el premio que destacaron: «Visibiliza o traballo que fixemos dende este centro do rural e supón unha reafirmación na nosa idea inicial: a posibilidade de abrir a escola cara á transformación social desde a Educación para o Desenvolvemento e a Cidadanía Global». Por su parte, la portavoz del colectivo organizador del premio, María Paz, recordó que este galardón «é o recoñecemento que facemos as 46 ONGD galegas que formamos parte da Coordinadora Galega de ONGD, entidades que representamos a máis de 23.000 galegos e galegas e que traballamos para acadar a xustiza social a nivel global».

El yate Grace
El yate Grace A. PRIETO

Lujo en el fondeadero

Quienes ayer paseaban por la zona de costa se preguntaban qué hacían dos llamativos barcos en el fondeadero de la ría de Ares en el que se suelen resguardar de temporal los buques que pasan frente a nuestras costas. El más grande, por sus torres era el Seajacks Scylla, de bandera panameña y dedicado al transporte y colocación de componentes de eólica marina y que navega con rumbo a Las Palmas. Aunque el deseado por todos los que miraban hacia el fondeadero es el mega yate Grace, procedente de Funchal, con bandera de Islas Caimán y propiedad del multimillonario británico John Reece, director financiero y accionista de la empresa química Ineos. El yate, llamado antes Kibo y construido en 2014, perteneció al multimillonario ruso Alexander Mamut, que en 2018 se lo vendió a Reece. Se da la circunstancia de que Mamut, que fue asesor de Boris Yelstin, ocupaba en 2016 el puesto 908 en la lista Forbes de los multimillonarios del mundo. El nuevo propietario del barco es más rico todavía, es considerado como la fortuna 494 en la lista Forbes. John Reece le cambió el nombre al yate, que desde 2018 es Grace. Desconocemos si viaja en estos momentos a bordo de este lujoso yate valorado en 140 millones de dólares y que según hemos podido saber tiene un coste de mantenimiento anual de entre 10 y 14 millones de dólares. Con capacidad para 12 pasajeros cuenta con una tripulación de 26 personas que se encargan de hacer más placenteras las travesías. Su primer propietario lo mantuvo cuatro años antes de venderlo, justo los que lleva en manos de Reece. ¿Se habrá cansado ya y lo tendrá a la venta?