Tras el bajón de enero, la actividad repunta gracias a la demanda de ingredientes para el típico cocido gallego
31 ene 2018 . Actualizado a las 11:14 h.«El mes de febrero suele ser un mes malo en cuanto a ventas, pero este año, gracias a que los carnavales caen muy pronto, no va a ser así». Esta frase, salida de boca de una placera del Mercado de A Magdalena, resume muy bien el optimismo que ha generado la llegada del entroido entre los operadores de la plaza, sobre todo entre aquellos que se dedican a la venta de los productos «estrella» del carnaval gallego, es decir, la carne de cerdo, los grelos y las patatas.
Mientras los operadores de la Pescadería de Ucha temen una bajada de las ventas en los próximos días, los responsables de las carnicerías y verdulerías de la nave central se frotan las manos pensando en lo que les espera durante las dos o tres próximas semanas. «Aunque lo fuerte no llegará hasta dentro una semana, la llegada del entroido ya se está empezando a notar. Sin ir más lejos, el pasado sábado vendí nada más y nada menos que 80 kilos de grelos y eso que todavía no estamos en carnaval», dice tras el mostrador la veterana placera Maribel Fonticoba. En su puesto se pueden encontrar grelos de Monfero a 1,75 euros el kilo y de Villalba al mismo precio el manojo. «Este año no hay tanto como otros años y, por ejemplo, el de la zona de Ortigueira ya se ha agotado, pero aún así los precios se mantienen y no crecen», recalca Fonticoba sin olvidar que hace algunos años sí subían e incluso llegó a venderlos a «500 pesetas el kilo».
A falta de las patatas de Covas y San Jorge -que este año no se puede encontrar a causa de la polilla guatemalteca-, esta placera recomienda las de Coristanco, que están a 1 euro el kilo, mientras que en el puesto É con til, Sonia Rodríguez apuesta por unas de la Terra Chá que cuentan con certificado ecológico y que salen por el mismo precio.
Y si la llegada de don Carnal no ha provocado una subida de precios del manjar verde y la patata, un tanto de lo mismo ocurre con la carne. Tras el mostrador de jamones y embutidos Elote, Mónica Lamas destaca lo asequible que sale preparar un buen cocido con producto de primera calidad. En su puesto se pueden encontrar cacheira de castaña a 3,90 euros el kilo; chorizos de Lugo a 11,9; costilla de Villalba a 7,90; rabo y oreja, a 5,90... Y hasta grelos en conserva para los más perezosos. «Están tan ricos como los otros y para prepararlos basta con darles un hervor y listo», advierte Lamas.
Como ella, en la panadería Tere también festejan la llegada de los carnavales con un aumento de las ventas gracias, en su caso, al dulce tirón que tienen sus freixós, orejas, torrijas y «flores de carnaval». «Lo que más gusta, sin ninguna duda, son los freixos», dice Teresa, que en su puesto los vende a 6 euros la docena.