El Eume divide una ruta que une un puente con un castillo

cristóbal ramírez

MOECHE

La capilla de San Marcos
La capilla de San Marcos CRISTÓBAL RAMIREZ

El puente medieval sobre el río Belelle marca el inicio de la última etapa que figura en el libro «A ruta dos castro castelos»

31 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El puente medieval sobre el río Belelle (43°27'45"N 8°06'48"W) marca el inicio de la última etapa que figura en el libro A ruta dos castro castelos, un itinerario que une las fortalezas de Moeche y Nogueirosa.

A partir de ese río el viajero tiene ante sí un ascenso no muy largo que remata en la sencilla capilla de San Marcos, la cual invita a hacer en su entorno, sin cemento por ningún lado, un primer descanso. Igualmente se merece una mirada la muy cuidada casa de enfrente, levantada cuando el rey felón, Fernando VII, se veía obligado a poner fin (provisional) a su mandato absolutista y decir aquello de «Marchemos firmemente, y yo el primero, por la senda constitucional». O sea, 1820. Por cierto, el edificio es una muestra de cómo cuidar las cosas con cariño y sin chapuzas.

La ruta continúa cruzando la carretera y siguiendo cuesta arriba, donde el único elemento que llama la atención por su curiosa y poco agradable estética es el edificio que alberga la escuela taller. Ya el libro hacía mención a una visión tan poco grata.

Y en el siguiente cruce, a la izquierda, hasta encontrase con una señal de madera, hoy medio rota, que invita a apartarse por pista de tierra hasta el cercano castro de As Modias. Por allí circulan tractores y madereros. Un poco más adelante, girando la vista a la derecha, se distingue un outeiro lleno de arboleda y vegetación varia. Es otro castro.

Se entra así en Fontenova. Desde ahí faltan ocho kilómetros hasta el final de la etapa. A la salida de esa aldea se toma la pista que se abre más a la izquierda, estrecha pero que a los 300 metros muere en otra más ancha. Y por ella se va a pasar ante la iglesia, ciertamente humilde, de O Salto, con su cruceiro. Atención a los siguientes cruces: en el kilómetro 1,5, a la derecha, y 400 metros más allá, tres cuartos de lo mismo. A partir de ahí, siempre de frente. En el kilómetro 2,5 un camino aparta a la izquierda y lleva hasta un castro, que da nombre a ese monte.

El viajero está descendiendo y llega a la carretera, muy ancha, que une As Pontes de García Rodríguez con Cabanas. Hay que introducirse en esta última localidad -bien señalizado el desvío- donde aparecen dos elementos que llaman la atención: una casa con patín y la iglesia.

Desde ahí solo queda el descenso al río, cruzar el puente, ver el torreón de Andrade, desviarse por el paseo fluvial hasta que remata, cruzar y adentrarse por una estrecha pista (bien señalizada) que tiene como aliciente el templo puesto bajo la advocación de Nosa Señora do Carme. Una pista que conduce a las alturas. Justamente donde se alza el castillo de Nogueirosa.

La aventura

Subir al castro que da nombre al monte.

La foto más personal

En la capilla de San Marcos.

El desafío

Investigar la construcción de la vivienda de 1820.

El pasado

Todo el entorno de la ruta ha estado constantemente habitado desde hace dos milenios.