¿Qué ha sido de los teleclubes de Ferrolterra y Ortegal?

ANA F. CUBA FERROL / LA VOZ

MAÑÓN

El local del viejo teleclub de Pedroso, en Narón, continúa siendo punto de encuentro de los más jóvenes
El local del viejo teleclub de Pedroso, en Narón, continúa siendo punto de encuentro de los más jóvenes JOSE PARDO

Algunos de los centros erigidos entre finales de los 60 y principios de los 70 como lugar de reunión, en torno a los primeros televisores, han desaparecido y otros siguen como entidades socioculturales o tabernas

28 ene 2023 . Actualizado a las 14:07 h.

En la fachada del Bar de Bares, en la Vila de Bares (Mañón), ya casi no se puede leer la palabra teleclub, y en O Barqueiro, en el cartel de As Morenas conviven café bar y teleclub. En Couzadoiro (Ortigueira), la sede del actual Centro Cultural O Noso Lar fue, en origen, un teleclub, de los primeros que se crearon en España. La Red Nacional de Teleclubes nació en 1966, por iniciativa del Ministerio de Información y Turismo, que entonces dirigía Manuel Fraga Iribarne. 

«Inicialmente, fue el intento político de expansión de la televisión en el mundo rural, para estimular el estilo de vida de este sector de la sociedad, enormemente perjudicado por las consecuencias de la emigración de su juventud a las grandes ciudades de España y al extranjero, sobre todo a Alemania, Suiza o Francia, en busca de mejores condiciones de vida», según explica Luis Herrero Martín en su tesis doctoral, presentada en Salamanca en el año 2002.

El autor advierte que el Régimen buscaba su propia pervivencia, aprovechando la televisión para difundir consignas políticas, al tiempo que subraya que los teleclubes «fueron, en muchas localidades, un auténtico revulsivo social, educativo y comunitario». Los vecinos de Couzadoiro construyeron con sus propias manos el edificio del teleclub, en un terreno cedido por el Obispado. «O Ministerio doara o televisor, dos primeiros, senón o primeiro, que houbo na parroquia, e alí xuntábanse 60 persoas calquera día da semana», recordaba José Peña, presidente de la entidad, en 2017, cuando los vecinos conmemoraron los primeros 50 años del teleclub.

Celebración del último carnaval en la carpa montada junto al teleclub de Couzadoiro, en Ortigueira
Celebración del último carnaval en la carpa montada junto al teleclub de Couzadoiro, en Ortigueira

«Foi o único local social que nunca pechou. Cando entrei aquí a primeira vez aínda non tiña a maioría de idade, e xa levo 26 anos de presidente, xa lles digo que vai haber que alternar [risas]», señala Pepe de Leandro, como es conocido. El hoy Centro Cultural O Noso Lar ya está preparando el carnaval. «É das actividades principais. En maio recuperaremos as excursións, que pararon coa pandemia, no 2019 fomos tres días ao País Vasco e tiñamos a idea de ir a Lisboa... No verán temos dous días de actividades polo Día do Socio, e todo o ano facemos ceas baile no local, porque somos bastante maiores [ríe]. Temos 142 socios [unidad familiar] e ás ceas baile veñen parellas de Cedeira, Cariño, San Andrés de Teixido... Aquí, para a pouca xente que somos hai moita unión», destaca Peña. 

Servicio de bar en Couzadoiro

En invierno, la directiva abre el bar del local los miércoles y los viernes y los fines de semana y festivos, y un julio y agosto, a diario. «No verán, calquera día de semana xúntanse aquí trinta e pico persoas, xente que vén de Cataluña, Madrid... e tamén de Alemaña ou Suíza, emigrantes», cuenta. La taberna es la principal vía de financiación del colectivo, junto a las cuotas (20 euros al año por socio) y alguna ayuda de la Diputación, «porque a nivel municipal van oito anos sen recibir nin un céntimo». También colaboran con la Asociación de Veciños de Couzadoiro, que celebra allí su cineclub estival, entre otras actividades: «É un complemento perfecto porque nós levamos moita xente maior, e eles, aos máis novos».

En Pedroso (Narón), el origen del teleclub fueron los encuentros en el bajo de un vecino. «De ahí surgió, a finales de los años 60, la inquietud de tener un local propio, y con el dinero y el esfuerzo de los vecinos, el párroco y el maestro, decidieron levantar un edificio. El maestro de la unitaria de entonces nombraba cada semana albañil [entre los profesionales de la zona, que trabajaron gratuitamente] y varios peones [entre los vecinos] para darle servicio. Los vecinos aportaron dinero, una especie de préstamos, y recibían un vale para devolvérselo. Algunos que podían lo donaron», indica Flor Felgar, actual presidenta de la Sociedade Cultural Recreativa A Pombiña, en la que acabó derivando el teleclub, tras repasar varias actas.

El entonces ministro de Información y Turismo, Pío Cabanillas, inauguró el edificio en 1974, aunque las actividades habían comenzado varios años antes. En tiempos del teleclub «había equipo de fútbol, baile gallego, teatro, se proyectaban películas [conservan el equipo], había tocadiscos [aún funciona], una biblioteca grande [que mantienen], bailes de disfraces, actuaciones de grupos como Fuxan os Ventos, campeonatos de pimpón, torneos de fútbol sala...», enumera Felgar. En 1979, el teleclub se transformó en la SCR A Pombiña, aunque en la parroquia siguen llamándole teleclub. «Ha tenido sus altibajos, pero todas las directivas lo han hecho lo mejor que han podido», elogia la presidenta.

En las instalaciones del antiguo teleclub de Pedroso, hoy en manos del colectivo A Pombiña, se mantienen los encuentros vecinales
En las instalaciones del antiguo teleclub de Pedroso, hoy en manos del colectivo A Pombiña, se mantienen los encuentros vecinales JOSE PARDO

La coral se deshizo por la pandemia —«era gente mayor»— y la banda ya se había disuelto antes. El grupo de teatro, sin embargo, continúa en plena forma, «con gente de 70 años, como Gonzalo Grandal Lagoa, el alma del teatro en Pedroso, y niños de 12 y 13». Y en las «magníficas» instalaciones del viejo teleclub se imparten clases de informática, yoga, pilates, esgrima clásica, bailes de salón o patinaje; se celebran mítines políticos, entregas de premios deportivos (recientemente, de ciclismo) o cumpleaños. Además del Festival de Reyes, el carnaval o el Día das Letras Galegas. A Pombiña cuenta incluso con un club de aeromodelismo. 

Pedroso, el único de Narón

«Recuerdo esto desde pequeña siempre a tope, es el único de Narón que sigue funcionando, se fue reconvirtiendo, pero siempre ha sido punto de encuentro de los vecinos, tenemos un salón y un escenario grandísimos...», remarca Felgar, que constata la caída demográfica y lamenta que los jóvenes se vayan de la parroquia.

En Andrade (Pontedeume) también quedan menos vecinos, pero un grupo de jóvenes decidió, hace una década, tomar las riendas del Teleclub Mariano Ruiz, constituido en 1974, que acabó fusionándose con el colectivo vecinal nacido a raíz de la creación del polígono industrial de Vidreiro. Hoy es la Asociación Veciñal Cultural Mariano Ruiz, «orientada a mejorar la parroquia», apunta su presidente, Francisco Marta, de 34 años.

Marta y otros jóvenes se juntaron para organizar las patronales y acabaron tomando las riendas. «El local estaba fatal, llovía dentro —recuerda—. Con un poco de dinero que nos sobró de las fiestas compramos pintura, hablamos con José Ramón Sabín [entonces presidente], le pedimos permiso y lo adecentamos. Nos dijo ‘por qué no lo cogéis'. Somos un grupo de amigos y empezamos... pedimos subvenciones y le dimos un cambio grande. Cedimos un terreno al Concello de Pontedeume para que hiciera un aparcamiento y otro para un parque infantil y biosaludable».

De los ocho socios que quedaban han pasado a 50 (familias), que abonan 24 euros anuales. Siguiendo la tradición de sus padres y abuelos, estos jóvenes de Andrade se pusieron manos a la obra para rehabilitar el inmueble: «Llevamos invertidos casi 70.000 euros, con alguna subvención y, sobre todo, aportando mano de obra. Es la manera de poder hacerlo. Contratamos una parte y el resto... fuimos aprendiendo, era la primera vez que cogía una paleta».

Instalaciones del antiguo teleclub de Andrade, en el municipio de Pontedeume
Instalaciones del antiguo teleclub de Andrade, en el municipio de Pontedeume

El local social consta de dos plantas de 250 metros cuadrados. «Arriba es un espacio diáfano, con escenario y barra, hay clases de pilates, manualidades y encaje de bolillos. Y a los socios se lo alquilamos para celebraciones privadas, cumpleaños, encuentros familiares, es algo que tiene mucha salida». También cuentan con una pista polideportiva y una finca en la que pretenden construir una pista de pádel. Siguen organizando las fiestas (San Martín y la Virgen de la Leche), con pequeñas orquestas o dúos, «pensado para los vecinos que las pagan», o el carnaval (este año la cita será el 18 de febrero). 

San Andrés de Teixido

En San Andrés de Teixido (Cedeira), hace años que el teleclub quedó en desuso. «No 68 veu a luz e no 71, a estrada, e polo medio, o teleclub, así que hai máis de medio século», calcula Baselisa Painceira, al frente del bar Hermanos Bouza. Es de las pocas socias que quedan del teleclub. «Antes de habelo para ver a televisión había que ir a Chímparra, ao bar que había. Ían ver o fútbol ou a serie Bonanza, a Joaquín Prat e Laura Valenzuela... o que había naqueles tempos», relata.

El edificio del teleclub de San Andrés de Teixido, con unas magníficas vistas
El edificio del teleclub de San Andrés de Teixido, con unas magníficas vistas

En San Andrés, antes de montar el teleclub tuvieron que instalar un repetidor, porque la orografía les impedía recibir la señal de los existentes en la zona. «E víase coma un espello», recalca Painceira. Ya había tres tabernas, la de Baldomero, la de Antonio y la de Roque, pero ninguna tenía el moderno aparato. «O teleclub estivo moi ben na súa época, meu pai contaba que ía ver os partidos do Real Madrid e os combates de boxeo de Carrasco, a horas intempestivas. Na miña infancia aproveitámolo para dar o Catecismo, e pouco máis, xa case non se usa para nada, era o cura o que se ocupaba de mantelo», añade el artesano Jorge Bellón, vecino de Teixido.

Pilar Eiroa, junto a la puerta del Bar de Bares, el teleclub de la Vila de Bares, que gestiona desde hace casi 17 años

M.ª del Pilar Eiroa Lorenzo, Bar de Bares (Vila de Bares): «Los vecinos le siguen llamando el teleclub»

ANA F. CUBA

De chavalita, María del Pilar Eiroa Lorenzo (Porto de Bares-Mañón, 1955) iba a bailar al teleclub de la Vila de Bares, que abrió en junio de 1967, impulsado por el maestro Pedro Sanz. «Estaba todo arriba, había dos salas donde ponían discos los domingos, y el bar, que estaba donde hoy es la casa del cura», recuerda. Después se acondicionó la parte de abajo, donde lleva años la taberna, y en el piso de arriba se han celebrado comidas o cenas por encargo. Ahora, la responsable del local desde hace casi 17 años prefiere hacerlas abajo, «por comodidad».

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