Familiares y amigos recordaron al artista, que da nombre a una calle de su pueblo natal
01 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El camino de A Barca se ha convertido en la calle Pintor Secundino Rivera y en su casa natal, en la plaza do Mesón, hay otra placa en su memoria, por acuerdo del Concello de Mañón. Familiares y amigos del artista que nació en O Barqueiro en 1932 y falleció en Madrid hace dos años se juntaron el sábado para rendirle un emotivo homenaje. Su viuda, María Ruíz, y su hija, Marián Amelia, recibieron el cariño de decenas de personas, a quienes dieron las gracias en el acto celebrado en el concello. María leyó un texto de la escritora venezolana Faitha Nahmens evocando a Rivera, «que vivió por y para el arte, entre España e Venezuela». «Eres un ídolo perenne para mí, por eso sigues vivo», destacó Marián Amelia. Después intervinieron su sobrina Pilar -"levaba na equipaxe a morriña (...), preocupado polo pobo, emprendedor e loitador, que logrou alcanzar o seu soño de ser artista"- y varios amigos. Juan José Campillo recordó anécdotas de su visita a Rivera en París. De él aprendió que «o importante é o coñecemento, a capacidade de discernir por nós mesmos». «Foi un valente ante a vida», subrayó Alberto Xil, que alabó «a súa grandeza como ser humano e como artista, entregado». E Hixinio Puentes remarcó «a paixón que Secundino poñía en todo o que facía». El alcalde, Alfonso Balseiro, y el portavoz socialista, José Carlos García Vilameá, asistieron al homenaje. En la planta baja del consistorio sigue abierta hasta el fin de semana una exposición de obras de Rivera, que mostró «un gran amor polo pobo onde naceu», como recalcaron el sábado sus allegados.