La encargada de Negocios de EE.UU. en España se pirra por el chocolate de Bonilla en Ferrol: «Espeso y dulce»
FERROL CIUDAD
Durante la botadura de la primera fragata F-111 en Navantia, Rian Harris se acercó a propósito a este local para rememorar la historia del presidente John Adams como otro ilustre devoto del chocolate ferrolano
20 sep 2025 . Actualizado a las 18:41 h.¿Quién puede resistirse a un humeante chocolate con churros en un rinconcito del Bonilla? Ante esta joya del Callao, en Ferrol, se rinden incluso destacadas personalidades de Estados Unidos que se acercan a propósito para dar vueltas con la cucharilla a tan suculento manjar. Así ocurrió con la encargada de Negocios de EE.UU. en España, Rian Harris. Rodeada de su equipo, aprovechó su participación en el acto de la botadura de la primera fragata F-111 en Navantia, la Bonifaz para la Armada española, para ya de paso desembarcar en el Bonilla. Así, como una ferrolana más, eligió entre las múltiples posibilidades del Bonilla: desde tomar una cañita con patatas fritas a mojar churro. Y optó por la segunda, porque como dicen desde Estados Unidos el chocolate ferrolano es «espeso y dulce».
El primer norteamericano en comprobarlo, mucho antes de que naciese Bonilla, fue nada menos que un futuro presidente de esa nación. El propio John Adams, en diciembre de 1779, viajaba a bordo de un barco que por una tormenta tuvo que buscar refugio en Ferrol. Según indican desde la Embajada de Estados Unidos en España, «lo que parecía un contratiempo se transformó en una oportunidad porque Adams, acompañado de sus hijos, descubrió en Galicia un puerto seguro, la hospitalidad de sus gentes y una costumbre que lo sorprendió: el chocolate a la taza».
El 10 de diciembre de 1779, un viernes, John Adams apunta en su diario: «Cenamos y dormimos en nuestros alojamientos. Desayunamos chocolate español que responde a la fama que ha adquirido en el mundo». Más adelante habla de él, totalmente hinoptizado como «espeso, dulce y nutritivo, muy distinto al té y al café que conocía en Nueva Inglaterra». Después seguiría viaje hacia Francia, no sin antes parar a comer en otro enclave gallego como A Ponte do Porco en Miño (a donde llegó en mula).
Más de dos siglos después, la encargada de Negocios Rian Harris volvió a Ferrol para degustar chocolate «como lo hizo John Adams, siguiendo sus pasos y celebrando la profunda relación bilateral entre España y Estados Unidos, que sigue viva hoy». Por cierto, Adams (que gobernaría Estados Unidos entre 1797 y 1801) recordaría así a los ferrolanos en sus diarios: «Los habitantes de ambos sexos tienen el cabello negro y complexión oscura con finos ojos negros, el pelo largo hasta la cintura e incluso algunas veces hasta las rodillas».