Cristina Díaz, bailarina de la orquesta París de Noia: «Antes no era común ver bailarines en las orquestas, ahora hay acrobacias, coreografías...»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

José Pardo

Afincada en Ferrol, compagina su trabajo en la icónica agrupación con su vida familiar, los cafés con su abuela y el cuidado de sus cabras

07 may 2025 . Actualizado a las 19:06 h.

¿Se imagina pasar los veranos subido a uno de los escenarios más espectaculares de Galicia, el de la París de Noia? Es la vida de la bailarina y coreógrafa de esta agrupación Cristina Díaz Ferreira (Ferrol, 1996). Comenzó su andadura en esta icónica orquesta en noviembre de 2019. Desde entonces, no ha dejado de bailar. «Empecé justo antes de la pandemia, y ya desde ese momento me ligué profesionalmente a la París», cuenta. Lo suyo con el mundo del espectáculo no fue casualidad. Desde joven combinó su pasión con pequeños trabajos relacionados con la danza, pero fue el auge de las orquestas gallegas y su transformación en verdaderos shows de gran formato lo que le permitió centrarse plenamente en su vocación.

«Antes no era tan común ver bailarines en las orquestas. Ahora se apuesta mucho más por el espectáculo visual, hay acróbatas, coreografías, escenografía… es un todo». Y Cristina forma parte de esa evolución. Como coreógrafa, su labor no se detiene ni en invierno. «La París no descansa. Solo paramos un mes y después seguimos actuando en salas y discotecas. Ensayamos mientras estamos en activo. Todo se crea sobre la marcha», explica. Es la única integrante de la zona que queda en la formación actual. Aun así, siempre que puede vuelve a dormir a casa. «Para mí, llegar a casa y tomarme un café con mi abuela, ver a mis padres o estar con mi pareja es fundamental. Es necesario para mantener los pies en la tierra».

La temporada de verano arranca extraoficialmente para la París con las fiestas de O Alto, una cita que Cristina describe como «el pistoletazo de salida del boom». «Sigo con resaca emocional. Para mí es una maravilla. Tanto por la gente conocida, amigos, familia... que siempre me viene a ver, como por la fiesta en sí», ensalza con la emoción aún en el cuerpo. Este 2025, la gira de la París de Noia lleva por nombre Gira del Sua-Sua y tiene como gran atractivo la participación de Blas, una de las voces más reconocibles del grupo. «Cada noche canta ese tema tan característico que nos lleva directamente a lo que representa la París de Noia».

En el escenario, Cristina y sus compañeros combinan la música más tradicional de orquesta con temas mucho más contemporáneos. Desde rancheras y rumbas hasta los hits virales de TikTok pasando por los temas del verano, que incluso pueden llegar a adaptar sobre la marcha durante la temporada para sorprender al público. «Tenemos performances inspiradas en shows de artistas internacionales. Por ejemplo, ahora hacemos una introducción entera de Jennifer López, justo cuando se anuncia que viene a Galicia. Elegimos genial», ríe.

JOSE PARDO

La escenografía no se queda atrás. El escenario de la París es de dimensiones festivaleras, algo que ya no sorprende a nadie. «Aun así lo llenamos. No sé cómo, pero lo hacemos». También está enfocada en sus redes sociales, que reflejan esa entrega artística. «Ahora mismo están centradas en mi faceta en la orquesta. Subo vídeos de actuaciones, de acrobacias...».

Su familia sigue acompañándola siempre que puede. «Mi madre no para de grabar. Le tengo que decir que disfrute, que es como si fuera la primera vez que me ve», bromea. Este verano, además, Cristina podrá reencontrarse con el público de casa en varias fiestas de la comarca. Por delante tiene paradas cerquita de su hogar —Esmelle el 14 de junio; Miño el 30 de junio; As Pontes el 20 de julio; A Gándara el 23 de julio; As Somozas el 26; 7 de agosto en Serantes; y 9 de septiembre en Pontedeume, entre otras—. ¿Qué fiestas serían sus ineludibles si pudiese disfrutar como público? «Para mí O Alto y As Somozas son muy especiales. También me encantó la experiencia de actuar en las fiestas de Ferrol», indica.

Y aunque el ritmo sea frenético durante once meses al año, ya que París de Noia es de las pocas orquestas que apenas para su actividad durante el invierno —«seguimos actuando, con otro formato, en salas y escenarios de toda Galicia», explica—, Cristina intenta encontrar momentos para sí misma compaginando su vida en Ferrol con los ensayos y su trabajo por escenarios de toda Galicia. «Intento aprovechar cualquier día libre para relajarme, ir a la playa, estar con los míos. Tomar café con mi abuela o poder darle el biberón a mis cabras, porque sí, tengo cabras, no tiene precio», agradece. Tiene siete, además de una gran finca con manzanos, perales, limoneros y kiwis. «A Toñita, que antes era Toñito, y a Huesitos le damos biberón».