Gonzalo Núñez publica «Los retratos desparejados», una novela que dirige su mirada hacia la inaprensible naturaleza del amor

Gonzalo Núñez (Sevilla, 1983), periodista formado tanto en España como en Italia y dueño de una larga y brillante trayectoria en el mundo de la comunicación, es un escritor de vuelo alto, dueño de una prosa magnífica. Una prosa de excelente calidad de página y de una belleza a la que no es ajena la poesía que habita en toda gran ficción. Y tras haber publicado en el 2002 un libro de relatos, Los búlgaros, saca a la luz ahora una novela de muy hermoso título, Los retratos desparejados, que llega a las librerías de la mano de la editorial madrileña Sr. Scott, al igual que su obra anterior.

Y, llegados a este punto, conviene decir ya, sin más demoras, que Los retratos desparejados es una obra que brilla con fuerza en el panorama de la narrativa hispana actual. Un libro que, de la misma manera que no pasará desapercibido para la crítica especializada, no debiera pasar desapercibido, tampoco, para quienes aman la literatura de calidad. Esa literatura -ya ustedes me entienden- que no nace para pasar el tiempo, sino para intentar que el tiempo no pase.

Los retratos desparejados es una novela en la que siempre, de una forma de otra, está como telón de fondo el amor. Y una obra en la que está muy presente, también, el enciclopédico conocimiento sobre pintura flamenca de un escritor, Gonzalo Núñez, que, en este tiempo de hierro que nos ha tocado vivir, mantiene viva la llama de una literatura que no renuncia al afán de trascender y que, desde el máximo respeto a ese eterno milagro que es la palabra escrita, quiere seguir mirando, página tras página, a lo que está más allá de la evidencia, O sea, a la eternidad.

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