Tres cuadernos

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

KOPA

13 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Vaya por delante que esto solo es una opinión —¿qué otra cosa podría ser, si no?—, pero a uno le parece que cuando Ferrol acoge la magna exposición que la Biblioteca Nacional le ha dedicado a Gonzalo Torrente Ballester, y cuando también Salamanca se dispone a celebrar un congreso que reunirá a expertos del máximo nivel en la obra del autor de Los gozos y las sombras (expertos entre los que estarán desde Darío Villanueva y Ángel Basanta hasta Carmen Becerra y José Antonio Ponte Far), ya es hora de reabrir no sé si el debate, pero sí al menos el diálogo, sobre la importancia de publicar por fin —y por lo tanto dar a conocer— los diarios que el novelista ferrolano escribió entre mediados de los años cincuenta y mediados de los sesenta del pasado siglo: los que en 1967 donó a la Universidad de Albany.

No los cansaré a ustedes recordando las razones por las que la publicación de esos diarios se haya ido retrasando en el tiempo, para finalmente no llevarse a cabo jamás (al menos, hasta hoy). Bastará con anotar, para quienes no hayan oído hablar antes de este asunto, que en la no publicación de esos diarios —se trata, si no estoy equivocado, de tres cuadernos, escritos tanto con tinta como a lápiz— han tenido especial protagonismo los desencuentros que, por desgracia, nunca faltan en estos casos. Pero lo verdaderamente sustantivo, lo fundamental, es, o así me lo parece a mí, que eso tiene que cambiar. Desde el fallecimiento de Torrente han transcurrido ya 25 años. Y algunos de sus lectores estamos convencidos de que esos cuadernos desvelarán, del escritor, mucho de lo que todavía ignoramos.