Que algo nos una

Nona Inés Vilariño

FERROL CIUDAD

31 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las turbulencias políticas (renuncio a calificar lo que pasa con palabras más duras) amenazan no solo la convivencia, también la unidad necesaria para hacer frente a lo que se avecina. Pero aquí parece posible crear un clima de cierto consenso en torno a algunos proyectos, anunciados o en curso, que se vería favorecido por la estabilidad política. Circunstancias que son viento a favor de unas intervenciones de calado que parecen ser algo más que un ilusionante deseo de un Ferrol abierto al mar y abierto hacia su interior que guarda un potencial más que notable, que de tanto protegerlo o menospreciarlo casi hemos olvidado que existe. Quiero detenerme en valorar cuánto importa que para algunas actuaciones de indudable trascendencia seamos capaces de unirnos en torno a lo que es poco discutible.

Buscaré con estas palabras un punto de encuentro en torno a la deriva que parece tomar el proyecto cultural que se va conociendo. No creo que la discrepancia sea ingrediente imprescindible de la oposición si aspira a gobernar. Hay asuntos que merecen más que el silencio, político o social, pues para consolidarse necesitan un compromiso más allá del horizonte electoral. Y uno de esos asuntos es el proyecto de un museo de la ciudad. Solo la colaboración de los ciudadanos y la lealtad de los políticos hacia ellos lo hará posible. Mi granito de arena es confesarles que sueño con la casa del modernismo, una de las señas de identidad de una ciudad que solo se conoce del todo si la miramos de abajo arriba. Ahí pervive la belleza. También en los detalles... Miremos juntos ese mosaico, y pongámosle luz... y taquígrafos.