El «no se aceptan tarjetas» para pagar se extiende en la hostelería de la comarca de Ferrol
FERROL CIUDAD

Cada vez más locales prescinden del TPV para ahorrarse las comisiones bancarias
27 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Llevar dinero en efectivo en la cartera se ha convertido en algo casi exótico y el gesto más común que se puede apreciar al ir de compras o a tomar un café es que el cliente abone la cuenta con tarjeta o con el propio móvil. Sin embargo, varios locales de hostelería están volviendo a los tiempos de antes y han colocado en la puerta el cartel de ‘no se aceptan tarjetas', un aviso que sigue sorprendiendo y poniendo en apuros a los clientes que no frecuentan los cajeros automáticos para llevar dinero encima.
En Ferrol todavía son pocos los negocios en los que no se puede pagar con plástico, tal y como confirman desde la asociación de hostelería, pero cada vez hay más. Entre ellos se encuentran el mesón Magdalena 43, situado en la calle del mismo nombre del centro de la ciudad; La Cañita o el Carabel, en María; A Tasca da Vella, en Ferrol Vello; o la cafetería Cafeto, en Galiano, y otra situada en la calle Rubalcava que no quiere protagonismos. En el mercado de A Magdalena también hay al menos una frutería que tampoco acepta pagos con tarjeta; en Cedeira hace lo propio el mítico mesón Kilowatio; y en Pontedeume, la pulpería Os cen pasos.
«Tal y como están las cosas, cada vez seremos más», explican fuentes del sector hostelero.
Y es que el pago de comisiones bancarias tanto por el uso de la TPV (terminal punto de venta) como por cada operación que se realiza con ella está convenciendo a algunos empresarios para prescindir de ese método de pago y arañar algo más en los márgenes.
En el mesón La Cañita, un cartel advierte a la entrada de que solo aceptan efectivo o pagos con Bizum, que no conlleva el pago de comisiones. Belén, su propietaria, explica que su local es muy frecuentado por personal de marinería, que ya suelen utilizar ese sistema de pagos instantáneos entre particulares y de compras en comercios. Y que hace unos meses se dio cuenta de que no utilizaba demasiado la TPV, así que decidió ahorrarse comisiones bancarias: «Pagaba, creo, 20 euros al mes por tener la terminal y, aparte, una comisión por todos los recibos, tampoco era mucho, pero sumas a final de año...».
«Pagaba, creo, 20 euros al mes por tener la terminal y, aparte, una comisión por todos los recibos, tampoco era mucho, pero sumas a final de año...»
Belén asegura que los clientes ya no se sorprenden y que tampoco protestaron nunca. Eso sí, algún que otro despistado se encontró al ir a pagar la cuenta con que no tenía ni efectivo en la cartera ni Bizum activado en su aplicación del banco: «Pero me dicen ‘espera un momentito que voy al cajero y quito dinero».
La dueña de La Cañita asegura que cada más compañeros están quitando el pago con tarjeta y cambiándolo por el Bizum.
En la puerta de la cafetería Cafeto un cartel advierte de que no se puede pagar con tarjeta. Alejandro López, dueño del negocio, explica apurado (es media mañana y el local bulle de clientela) que «no aceptamos el pago con tarjeta porque los bancos cobran muchas comisiones, te gravan cada pago con tarjeta y entonces decidí quitarla hace algo más de medio año». López asegura que no le compensa cobrar con tarjeta algo que cuesta menos de dos euros, como un café o un agua.
El propietario del Cafeto reconoce que cuando tomó la medida algunos clientes protestaron, pero otros no, e incluso los hubo que lo felicitaron: «Que se mueva el dinero, no tanto plástico, me decían».
El Cafeto prefiere los pagos con dinero en efectivo; acepta Bizum, «pero depende», matiza Alejandro López.
Fina Mateo, del mesón Magdalena 43, está apurada preparando las comidas del mediodía, pero explica que optó por no aceptar tarjetas para evitar el pago de las comisiones bancarias.
Otras limitaciones al plástico: un importe mínimo para usarlo
Pero, ¿es legal que los negocios no acepten el pago con tarjeta? Pues sí. El artículo 34 de la Ley de Servicios de Pago establece que, si el importe es inferior a 30 euros, los establecimientos tendrán la opción de obligar al cliente a abonar en efectivo. Sin embargo, si el monto es superior a esa cantidad, los comercios estarán obligados a aceptar el pago con alternativas al efectivo, como una transferencia bancaria, con QR, Bizum o tarjeta. Y es que para los negocios no es obligatorio tener un datáfono en un bar, no existe una regulación en España que imponga a bares y restaurantes la disposición de una terminal para el pago con tarjeta.
Los importes superiores a los 1.000 euros se tendrán que abonar sí o sí de manera digital, en efectivo no está permitido por la normativa tributaria y de prevención y lucha contra el fraude fiscal.
Algunos establecimientos, en lugar de no admitir el pago con tarjeta, lo que hacen es imponer un importe mínimo, de 5 o 10 euros, para utilizar ese medio. El Banco de España recuerda que también es legal hacerlo, pero tiene que anunciarlo mediante carteles visibles al público. Lo que la normativa de pagos sí impide es que se cobre más cuando se pague con tarjeta: no es posible aplicar un recargo al cliente por usar tarjeta.
El dinero en efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en el día a día, pero desde el 2020 (a raíz de la pandemia) ha ido perdiendo terreno frente al crecimiento de otras fórmulas para hacer frente a los gastos. Las transferencias inmediatas a través de Bizum ya es el segundo medio más utilizado, según el Banco de España.