
Vista para sentencia en los juzgados de Ferrol otra agresión, con cuchillo y tenedor, a una mujer que llevaba tres años esperando por el juicio
11 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Policía Nacional detuvo en Ferrol el pasado fin de semana a un hombre por agredir y echar de su casa a su propia madre. La mujer se quedó en la calle desamparada, ya que no es originaria de España. Sin embargo, las fuerzas del orden pudieron ayudarla y arrestar a su agresor, que ronda los treinta años. El detenido, de origen magrebí, no reconoció los hechos cuando prestó declaración ante el juez.
Fuentes del juzgado de guardia precisan que quedó en libertad, aunque investigado por un delito de maltrato en el ámbito familiar. Y también se imponen unas medidas para que no se acerque a su madre hasta que no se celebre el juicio, algo que puede tardar. Un ejemplo de esta demora es un caso que quedó visto para sentencia en el Juzgado Penal 1. Se trata de otra agresión a una mujer: el juicio estaba fijado para el pasado mes de septiembre, pero se tuvo que aplazar, porque el encausado ni siquiera se presentó. La mujer lleva tres años esperando a que se juzgue una agresión que tuvo lugar a finales de marzo del 2022 y ella denunció un mes después, en abril.
«Te mato y no se entera ni Dios»
El atestado detalla que el hombre «propinó varios golpes en la cara con la mano, le tiró fuertemente del cabello y le colocó un tenedor y un cuchillo en el cuello. Asimismo, procedió a tirarla al suelo y le propinó varias patadas», que le dejaron heridas de las que tardó una semana en curarse.
El fiscal asegura que horas después el procesado, «inspirado por el ánimo de infundir temor en la persona de su pareja, así como la intención de menoscabar su integridad moral, procedió a proferirle las siguientes expresiones: ‘puta', ‘inútil', ‘no sabes las ganas que tengo de matarte, de clavarte un cuchillo' y ‘te mato y te entierro, y no te encuentra ni Dios'».
El Juzgado de Instrucción 1 de Ortigueira impuso a este hombre la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de su domicilio y a cualquier otro lugar donde se encuentre, así como la prohibición de comunicación con ella por cualquier medio. Esta medida de protección estará vigente hasta que se dicte sentencia. El procesado se enfrenta a una pena de prisión de dos años por tres delitos: uno de lesiones en el ámbito de la violencia de género, agravado por perpetrase en el domicilio común; otro de amenazas en el ámbito de la violencia de género, también agravado por perpetrase en el domicilio común, y uno leve de injurias. También le piden alejamiento y que indemnice a la mujer con 280 euros.
Las mujeres migrantes cuentan con un servicio de ayuda, además del proporcionado en el juzgado
Cuando una mujer se queda en la calle tras una agresión puede solicitar ayuda de forma inmediata, ya que hay líneas operativas durante las 24 horas. La asociación Movilidad Humana ofrece una atención especial para las mujeres migrantes que está abierta durante el día y toda la noche. La activista Soledad Lucero está al frente y cuenta con varias colaboradoras. El servicio está operativo las 24 horas del día durante todo el año. Solo hay que acercarse a la Casa Solidaria (en el número 44 de la calle Velázquez) o contactar a través de los teléfonos 881932069 o 698130998 (este último es el que funciona las 24 horas).
Financiado por la Diputación
Cuenta con la financiación de la Diputación de A Coruña y también sirve de ayuda para los hijos de las afectadas. Su lema es una frase que ellas repiten: No estás sola, tienes una red de apoyo.
La asociación anima a las mujeres que se encuentren o hayan pasado por esa situación a solicitar ayuda. «Las mujeres migradas acompañan a otras mujeres migradas para ayudarlas a gestionar todos los trámites propios de cada situación», apunta Soledad que recuerda que pueden ayudar en cualquier tipo de violencia.
Además, tanto desde las unidades policiales como asistenciales que atienden los casos de maltrato o agresiones recuerdan que las víctimas de violencia de género no tienen por qué asistir solas a las citas judiciales, en especial si se sienten presionadas por la intensidad del proceso. En la primera planta de la sede judicial de la calle Coruña, de Ferrol, se encuentra la oficina del programa de apoyo y asistencia psicológica que puso en marcha la Xunta. Se trata de un servicio gratuito en el que una psicóloga y una trabajadora social orientan, ayudan y acompañan a las personas que lo necesiten.
Los responsables del programa apuntan que uno de sus principales objetivos es ofrecer asistencia integral a las víctimas de delitos. Este servicio se puede solicitar en número de teléfono 981 337 520 y se realiza gracias a un convenio entre el Colegio Oficial de Psicoloxía de Galicia y la Consellería de Xustiza y Administracións Públicas. Las trabajadoras y las psicólogas acompañan a las víctimas físicamente en sus declaraciones juzgado, además de asesorarlas.