El adoptante de Ferrol de la pitón australiana encontrada en un taller: «Algunos reptiles son como perritos y te siguen por el pasillo»

FERROL CIUDAD

Alejandro Cuesta defiende que se puedan tener estos animales en las casas siempre que se respete la ley: «Llegamos a tener una asociación y colaboramos con la Universidad de Vigo»
03 feb 2025 . Actualizado a las 22:32 h.La pitón australiana que apareció aletargada por el frío en el motor de un camión de Arteixo el pasado jueves ya está confortablemente instalada en el terrario de un amante de estos animales de Ferrol. Por ahora, no se encuentra en la que será su casa definitiva, pero ya cuenta con todo lo que necesita para vivir. Alejandro Cuesta baraja ser su nuevo propietario y explica que siente pasión por los reptiles, aunque hace años que dejó de tenerlos por el rechazo que sufría: «Aquí llegamos a tener la Asociación Herpetológica de Galicia de la que yo era presidente y colaborábamos con la Universidad de Vigo, pero la incomprensión de algunas personas nos hizo tirar la toalla, estaba harto de que los vecinos pidiesen inspecciones en mi casa, donde todo estaba legal», cuenta.

La aparición de esta pitón, a la que la veterinaria del centro de recuperación de Servigal, Noemí Seijo, define como una morelia spilota variegata y ha bautizado cariñosamente como culebrilla, ha despertado en Alejandro Cuesta la ilusión por cuidar a estos animales de nuevo, aunque se siente un incomprendido por la falta de información que hay en la sociedad: «Lo mío es una pasión y vuelvo a adoptar serpientes con este caso después de muchos años porque en este caso me la mandan desde un centro serio (el de Abelendro de Servigal en Abegondo) revisada, con chip y en buenas condiciones de forma que puedo cumplir con la legislación vigente».
Alejandro recuerda que no todos los reptiles son aptos para tener una vivienda: «Hay que cumplir dos requisitos: que no sea una especie que si escapa puede volverse invasora, como sucedió en Canarias con una raza denominada lampropeltis guetulus californiane, y que no sea potencialmente peligrosa, todo eso se sabe si se compra o adopta en sitios legales, pero es que hace años había gente que compraba víboras que sí son peligrosas por 50 euros en páginas de anuncios y eso es lo que no puede ser, afortunadamente el Seprona hizo muy buen trabajo y lo solucionó», dice. En este sentido, recuerda que la pitón no es venenosa y tampoco puede causar daños cuando comprime a su presa, como una boa constrictor.
También detalla que la alimentación está reglada: cuando son jóvenes estos reptiles pueden comer pequeños roedores vivos, pero se puede realizar una transición y después se les dan alimentos que los propietarios compran congelados en sitios especializados. Además, hay que tener a los animales saneados y revisados y con un chip, como cualquier otra mascota. Y eso es precisamente lo que hará con culebrilla. «Espero que esta vez se entienda que está todo en regla y se dé un ejemplo de que se pueden tener terrarios de forma responsable», zanja.
En cuanto a la manera de interactuar con los humanos, Cuesta asegura que la pitón australiana no es una raza especialmente mansa. Sin embargo, hay muchos otros reptiles que se comportan como cualquier otra mascota: «Hay lagartos que te siguen por el pasillo y responden cuando los llamas como si fuesen un perrito, esta pitón estaba en un estado que se denomina de abrumación porque con el frío se queda como hibernando», detalla.