El taxi que cayó del puente de As Pías en Ferrol hace una semana acaba calcinado en un concesionario de Oleiros
FERROL CIUDAD
No es precisamente un coche afortunado el que en una semana pasa de hundirse en el mar a acabar calcinado dentro de un taller. Y, en ambos casos, sin aparente intervención humana.
Se trata del taxi eléctrico, el único de Ferrol, que cayó el jueves 21 del puente de As Pías a la ría. El conductor afirmó entonces que el vehículo aceleró solo, lo que le hizo perder el control y atravesar las barreras del puente poco antes del mediodía. Pasó de 70 a 140 kilómetros por hora antes de volar sobre el puente que une Ferrol y Fene. El ocupante salió a nado y necesitó un par de días de ingreso hospitalario.
Rescatado el vehículo, este fue llevado a un concesionario de Perillo, en el municipio de Oleiros. «Allí se puso en cuarentena y antes se desmontó la centralita», señalaba ayer el propietario del vehículo, que no es el conductor habitual del taxi.
En la madrugada de este jueves, los bomberos del Servicio de Emergencias Municipal de Oleiros acudieron a ese concesionario alertados por un incendio a las dos y media de la mañana. Allí se encontraron con un coche afectado por unas llamas que parecía que no se podían apagar. Optaron finalmente por aplicar espuma al resto del local para que no se propagara el fuego. Y se trataba del taxi rescatado de las aguas de Ferrol.
Sin conexión a la red
«Estaba apartado y no tenía ninguna conexión a la red eléctrica, estaba totalmente aislado», apuntaban responsables de la intervención. «Todo apunta a que fue una combustión espontánea, los bomberos no conseguían apagar las baterías, tuvieron que dejar que las llamas se consumieran», explicaban fuentes de la Policía Local de Oleiros.
Cuando los bomberos comprobaron que se trataba de un vehículo eléctrico optaron por quedarse en el concesionario a vigilar el foco hasta las seis de la mañana, por temor a que se pudiera reproducir el incendio.
El propietario coincide con la tesis de combustión espontánea. «¿Por qué ardió? El coche tiene nueve celdas [baterías] y una estaba rota después de la colisión del puente, se supone que hubo una combustión por el contacto con el agua del mar», explicaba.
Lo que sí espera confirmar con el tiempo es la causa de la aceleración, que el taxista afirma que se produjo sin pisar ningún pedal. «Como antes del incendio habíamos desmontado la centralita, creo que podremos saber la causa del incidente», añade el dueño del vehículo eléctrico, que cotejará la centralita con la ayuda de un perito contratado por él mismo junto con ingenieros procedentes de la fábrica del vehículo. «El taxista se encuentra bien, es lo más importante», añadía.