Cementerio de coches y montañas de chatarra entre unos pisos de Caranza: «No queremos vivir así»
FERROL CIUDAD
Pilas de carritos y ruedas «en una situación insalubre» para los vecinos
29 nov 2024 . Actualizado a las 17:28 h.«Preferimos no dar nuestros nombres por miedo a las represalias, por si nos rayan los coches», admiten vecinos de Caranza afectados por una acumulación de basura en la vía pública. Ocurre en la parte trasera de la calle Enrique Granados, donde yace un cementerio de coches y se acumula la chatarra. Residentes en la zona aseguran vivir «en una situación insalubre». Una visita a este espacio permite descubrir vehículos abandonados, sillitas de bebés y carritos tirados, neumáticos... A mayores, las furgonetas más altas taponan las ventanas de las familias que viven en los bajos de los edificios.
Los afectados llaman continuamente a la Policía Local de Ferrol, «y nos dijeron que ya abrió un expediente al respecto». La porquería se alinea como en una exposición en esta parte trasera de Enrique Granados, con vistas a la avenida do Mar. «En la chatarra encuentras cochecitos de bebés, sillitas, ruedas, maineles... y a mayores las furgonetas llegan también cargadas de chatarra y se colocan contra las ventanas», asegura gente de la zona. Un furgón llegó a estar más de año y medio abandonado, hasta ser retirado por aviso vecinal.
Por allí permanece todavía un turismo con las ruedas pinchadas y verdín acumulado por el tiempo. «Esto lo usan como cementerio de coches, lo que ves por fuera lleva un montón de tiempo, a veces llamas a los propietarios o a la Policía y lo recogen... pero después lo vuelven a depositar», aseguran vecinos de este barrio de Ferrol. Actualmente, algunos autos llevan sin moverse «meses y puestos contra las ventanas, tú te asomas en el bajo y solo puedes ver esas máquinas abandonadas».
«Peligrosidad»
Hablan de «peligrosidad e insalubridad, ventanas de aluminio tiradas, más de cinco neumáticos que pueden arder». De hecho, hace cinco años en esa zona un incendio devoró un automóvil, afectó a otro coche y a una fachada... y al final estallaron cristales de un edificio. «A nivel personal no tenemos miedo pero sí con las propiedades, por ejemplo que denunciemos esto dando la cara y que nos dañen los coches; pero no queremos seguir viviendo entre esta suciedad como si estuviésemos en un campamento», insisten. Por ejemplo, «llega cualquier visita a nuestro portal y ve todo esto, además hay sitio de sobra en toda la avenida do Mar para aparcar sin necesidad de dejar las furgonetas tiradas durante meses delante de nuestras casas».
«Cansados de llamar»
Asegura la gente en esta zona del barrio de Caranza que «ya estamos cansados de pasarnos todos los días llamando, la Policía toma medidas pero ellos (en referencia a los que dejan los enseres tirados) vuelven a traer toda la chatarra otra vez». Insisten en el «temor a posibles represalias». Y piden poder llevar una vida más tranquila, en condiciones más higiénicas para sus familias.