Entra a robar en un piso de Ferrol y se queda de okupa tres días hasta que lo descubre el dueño

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Ventana rota. En el número 46 de la calle Instituto se podían apreciar los restos de la ventana rota por la que el intruso se coló al edificio, que permanece deshabitado desde hace unos años, cuando el antiguo propietario (vecino del barrio del Ensanche) lo vendió.
Ventana rota. En el número 46 de la calle Instituto se podían apreciar los restos de la ventana rota por la que el intruso se coló al edificio, que permanece deshabitado desde hace unos años, cuando el antiguo propietario (vecino del barrio del Ensanche) lo vendió. JOSE PARDO

La policía detuvo al intruso el sábado y quedó en libertad tras declarar ante el juez el domingo

23 oct 2024 . Actualizado a las 13:00 h.

La Policía Nacional detuvo el sábado a un joven que, presuntamente, llevaba tres días de okupa en un edificio de la calle Instituto. Lo encontró, precisamente, el dueño de la vivienda cuando pasó por la casa. Se trata de un hombre de origen magrebí de 25 años que acaba de llegar a Ferrol tras un largo viaje a través de España. A finales de la semana pasada se fijó en la vivienda ubicada en el número 46 de la calle Instituto, justo al lado de la vía del tren, así que se coló en la casa en cuanto pudo.

Primero se llevó enseres del piso superior, el segundo, y después se acomodó en el primero con algunas de las cosas que había sustraído, según la denuncia. Y ahí estaba cuando regresó a la casa el dueño de la propiedad, que se encontró con una ventana del bajo rota por donde supuestamente se coló el intruso.

Los agentes lo arrestaron el sábado a las once de la mañana, pasó la noche en el calabozo y prestó declaración ante el juez el domingo. Fuentes del juzgado de guardia que asumió el caso precisan que quedó en libertad «investigado por un delito de robo con fuerza». Asimismo, precisan que no se está investigando, «al menos en estos momentos iniciales, como un delito de allanamiento de morada». Asimismo, sopesan investigarlo por un delito de usurpación.

En cualquier caso, fuentes policiales precisan que este joven declaró que llegó a Ferrol después de un largo viaje. Y que acaba de salir de prisión de cumplir una condena de seis años por otro robo en Melilla.

Restos de botines en la vía del tren. Los residentes aseguran que encuentran muchos enseres, presuntamente robados, tirados en los raíles, protegidos por un cierre vencido en algunas zonas.
Restos de botines en la vía del tren. Los residentes aseguran que encuentran muchos enseres, presuntamente robados, tirados en los raíles, protegidos por un cierre vencido en algunas zonas. JOSE PARDO

«Esto se está convirtiendo en el purgatorio del Inferniño: roban bolsos y los tiran a la vía del tren»

Quedan pocos vecinos originarios del barrio del Ensanche en la calle Instituto. Para empezar por el mal estado de las viviendas: el edificio contiguo al número 46, en el que detuvieron al joven, está en ruinas. «El dueño está en Murcia, no viene ni cuando le dicen que lo van a tirar, porque se cae a cachos», asegura un inquilino de la siguiente casa.

Este hombre no se percató de la presencia del joven magrebí en la zona, pero asegura que trata de caminar poco por la calle: «Ya no vivo aquí todos los días, porque se está fatal; esto se está convirtiendo en el purgatorio del Inferniño: roban bolsos a las señoras mayores en la plaza y los tiran a la vía del tren, hubo semanas que vimos varios cada día», denuncia.

Otros dos viandantes que pasan por la zona confirman que ya no están tan tranquilos como hace unos años. Tampoco repararon si había movimiento en el edificio que, supuestamente, se ocupó el fin de semana. Un inmueble que estuvo habitado hasta hace unos años cuando se vendió a unas personas que no residen en él, pero que pasan habitualmente, según los vecinos de una calle, que aseguran que está convirtiéndose en escondite para algunos delincuentes. Esta casa está compuesta de bajo y dos plantas superiores, pero también dispone de un jardín, donde se aprecian las pisadas de los últimos visitantes. Enfrente está la vía del tren: «Está torcida la valla porque pasan a toda prisa con los coches y caen contra ella».