Mondoñedo y Ferrol, capitales de la Diócesis, se disponen a celebrar veinte años de hermandad: «En su identidad genuina se expresan dos formas de la misma Galicia»
FERROL CIUDAD
El obispo, Fernando García Cadiñanos, subraya que ambas ciudades «están llamadas a comprenderse, integrarse y apoyarse en beneficio de todos»
08 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La hermandad entre Mondoñedo y Ferrol, las capitales de la Diócesis, cumple veinte años. Una efeméride que sus respectivas corporaciones municipales, en un acto abierto al público, celebrarán en Mondoñedo el día 18 de octubre, Día Grande das San Lucas. Corría el año 2004 cuando ambos concellos daban carácter oficial, precisamente en otro Día Grande das San Lucas -la feria caballar más antigua de todo el país, auténtica literatura en sí misma-, a la unión entre las ciudades que, por expreso deseo del Papa Juan XXIII, comparten la capitalidad del Obispado de la Galicia do Norte, cuyo territorio abarca las áreas septentrionales de las provincias de A Coruña y Lugo. Y aquella hermandad, impulsada por amplios sectores del mundo de la cultura de Ferrolterra, de la Terra Chá y de la propia ciudad mindoniense, conserva hoy intacto el objetivo que la vio nacer: un objetivo que pasa por reivindicar, más allá del ámbito de la puramente eclesiástico, la importancia de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol (con cuya posible desaparición se llegó a especular a finales del pasado siglo) y, al mismo tiempo, por reivindicar, también, en su conjunto a la Galicia do Norte como lo que esencialmente es: un territorio que a lo largo del tiempo, y con gobiernos de todo tipo de ideologías, se ha visto postergado; y no solo postergado, sino también privado de las infraestrcturas que tanto necesita. Especialmente, en el ámbito de las comunicaciones, en el de la diversificación industrial, en el de la protección de la agricultura, la ganadería y el sector pesquero, en el de la lucha contra la pérdida de población y en el de la apuesta por las nuevas tecnologías.
«Mondoñedo y Ferrol son ciudades que están llamadas a comprenderse, integrarse y apoyarse en beneficio de todos», dice el obispo, Fernando García Cadiñanos». «En su identidad genuina -añade el prelado- se expresan dos formas de la misma Galicia». García Cadiñanos subraya que Ferrol y Mondoñedo son ciudades con «pasados y presentes diferentes, pero complementarios». E insiste en que el territorio diocesano, que va desde las desembocaduras de ríos como el Belelle y el Xuvia hasta la del Eo, que tiene sus capitales en Ferrol y en Mondoñedo y cuyo corazón se encuentra en la Terra Chá luguesa, es el de la única Galicia que da a dos mares: un territorio que tiene derecho al futuro.
El acto que se celebrará en Mondoñedo el día 18 de octubre, y que posteriormente tendrá su eco en Ferrol el día de San Julián, servirá, cómo no, para ahondar en los territorios del afecto; para reivindicar la trascendencia histórica y espiritual de la Diócesis ferrolano-mindoniense; y también para rendir tributo a la memoria de escritores como Gonzalo Torrente Ballester y Álvaro Cunqueiro. Pero ha de servir, sobre todo, para reclamar, una vez más, todo lo que la Galicia do Norte precisa y no tiene aún. Especialmente, unas conexiones ferroviarias dignas del siglo XXI.