La enorme carga de trabajo en el juzgado que instruye el crimen de Cabanas juega a favor del acusado, que cumple siete meses en prisión «muy callado»

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Roger Serafín Rodríguez, autor confeso del crimen de Elisa Abruñedo
Roger Serafín Rodríguez, autor confeso del crimen de Elisa Abruñedo JOSE PARDO

Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia admiten que se «está analizando en la actualidad la situación del juzgado por si es necesario un refuerzo», mientras los abogados reclaman, al menos, un juez de apoyo

21 may 2024 . Actualizado a las 13:45 h.

Siete meses después de la detención y la confesión de Roger Serafín Rodríguez por el crimen de Cabanas, el asesinato Elisa Abruñedo, tanto el fiscal como los abogados de la familia de la víctima siguen esperando que les permitan presentar su escrito de acusación, algo que puede demorarse hasta finales de año. Es más, alertan de que cualquier demora beneficia al único encausado: «Hay un tiempo límite para la prisión provisional de dos años, ¿qué puede suceder si la instrucción se sigue retrasando?», plantea Beatriz Rubín, del despacho Díaz&Rubín, contratado por los hijos de la víctima.

La letrada alerta de que el Juzgado de Instrucción 2 está colapsado, por la gran cantidad trabajo que tiene a diario y porque lleva otros muchos asuntos importantes, como macro redadas contra el narcotráfico en los campamentos de Ferrol y Narón, además de este complejo crimen con documentación muy complicada de analizar. «Le ponen toda la intención todos los trabajadores del juzgado, pero no dan para más, necesitan ayuda y al menos un juez de apoyo para sacar adelante esta instrucción», apunta Rubín sobre una reclamación que es unánime en el partido judicial de Ferrol. De hecho, el Colegio de Abogados hace años que reclama medidas que alivien la carga de trabajo de este juzgado. Insisten en una muy concreta: un nuevo juzgado que solo lleve casos de violencia de género, porque en la actualidad también es Instrucción 2 el que los asume con una preferencia especial. Cuando llega un caso de maltrato se paralizan el resto de asuntos. «Todo esto complica los plazos de otros procedimientos, los retrasa», alerta Clara Vilariño, de la junta del órgano colegial. 

La jueza titular de Instrucción 2 explica que el caso del crimen de Cabanas aún se está instruyendo, tanto en lo relativo a la parte penal como la civil: «En la parte penal, están a la espera de recibir informes periciales de la policía judicial; y, en el aspecto civil, están practicando diligencias relacionadas con la posible obligación del pago de indemnizaciones por parte del investigado», según precisa. Es decir, se están realizando una serie de tasaciones de los bienes que posee Roger Serafín Rodríguez para valorar su capacidad económica de cara a una indemnización por la muerte de la vecina de Cabanas en septiembre del 2013. Mientras, desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia admiten que son conscientes de la intensa labor que tiene este juzgado y afirman que se «está analizando en la actualidad la situación del juzgado por si es necesario un refuerzo». Todo a la vez que reciben peticiones de las partes que se van a personar, una de las últimas es una verificación de ADN, pieza clave en este caso que tardó una década en resolverse precisamente por esta vía.

Aparentemente nadie sospechó de Roger Serafín Rodríguez, el detenido por el crimen de Elisa Abruñedo, durante una década, pero las pruebas que le mostraron los investigadores consiguieron que confesase en menos de dos días, el pasado 19 de octubre. Claudicó asegurando: «Quiero confesar, quiero acabar con esto pronto». Una jornada más tarde ingresó en la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas, donde se ha encerrado en sí mismo. No ha salido del penal ni siquiera para responder por la acusación de violación y maltrato que hizo la mujer con la que compartía su vida hasta que fue detenido. En ese proceso, declaró por videoconferencia el 12 de marzo y negó que la forzase. También fue el juzgado de Instrucción 2 el que tuvo que investigar esta denuncia, sobre la decretó su sobreseimiento.

En prisión, el asesino confeso de Cabanas intentar hacer realidad su deseo de desaparecer. Un ansia que mostró bien clara ante los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil antes de admitir el daño mortal que le hizo a la vecina del municipio coruñés de Cabanas al volver de una cacería y encontrársela paseando por el entorno de la vivienda de la mujer, en la parroquia de Lavandeira.

Roger apenas se comunica y está «muy callado», según fuentes del caso. Tanto que no telefonea cuando se le permite a su familia, ni siquiera llama a su abogado: le escribió una carta y habló con él en contadas ocasiones, porque era absolutamente necesario. Es como si quisiera que se olviden de él. La demora en la instrucción y en la fecha del juicio no le inmutan. Es más, legalmente le pueden beneficiar.