Restablecido el suministro tras la rotura en las obras de San Francisco que dejó sin agua a una treintena de abonados

FERROL CIUDAD

Una válvula de la red definitiva se soltó de madrugada, afectando a seis portales y dos negocios, que recuperaron el servicio con una solución provisional
26 oct 2023 . Actualizado a las 22:53 h.Las viviendas comprendidas entre los números 34 y 46 de la calle San Francisco y dos negocios alojados en los bajos de ese tramo permanecieron sin abastecimiento de agua desde esta madrugada. Una rotura en las obras de reurbanización que se acometen en este eje del barrio de Ferrol Vello provocó la incidencia. Según detallaron fuentes municipales, una válvula de la acometida definitiva se soltó, y eso obligó a cortar el suministro desde la calle San Antonio hasta el número 34, afectando a seis portales -algunos con viviendas deshabitadas- y a dos negocios: la tintorería La Cubana y el restaurante Frank. En total, unos treinta abonados, según la estimación municipal.
Operarios de Emafesa trabajaron desde la madrugada en una actuación de emergencia para intentar restablecer el servicio a los inmuebles afectados. Y la solución provisional logró que el suministro quedase de nuevo conectado hacia la una y media de la tarde.
La avería trastocaba la rutina habitual en el lugar. Carlos Prado permanecía en La Cubana, la tintorería que regenta junto a su hermana, pese a que no podía trabajar. Llegaba para la apertura, a las nueve y media. Y entonces los obreros lo informaban de lo ocurrido. «Ahora mismo no podemos trabajar, estamos sin agua. Nos dicen que van a poner una acometida provisional, no sé cuánto tiempo les llevará. Me dijeron que en un par de horas», explicaba resignado hacia a las diez y media de la mañana. Porque «hasta que tenga agua no puedo trabajar: ni con lavadoras, ni planchas, ni máquinas de seco ni nada», exponía. «Veo que están tirando manguera y sujetando el tubo a la pared de las casas, pero tienen que levantar las aceras nuevas que pusieron y hacer la acometida en la boca de entrada a cada casa, así que no sé. Igual pierdo la mañana entera», se temía, como finalmente así fue.
Detalló que con la ejecución normal de las obras se produjeron cortes de agua, pero entonces se dispuso una acometida provisional y la situación se resolvió con rapidez porque, recuerda, «estaba levantada la calle» y era más sencillo. En esta ocasión, relataba, «tienen que quitar las losetas que han colocado y embocar y dar el agua». Y levantar la calle recién dispuesta, allí donde hay una boca de riego.
La incidencia coincidió en jueves, día punta en la actividad de este tinte. «A finales de semana siempre hay más apuro. Siguen quedando celebraciones tipo bodas y tenemos bastante trabajo que hacer para mañana, y esto nos va a trastocar bastante», estimaba. «Y la gente cuando venga va a querer llevarse sus prendas. Si el suministro se restablece en ese par de horas que dicen sí podré sacar el trabajo adelante, quedándome un poco más de tiempo, pero a ver, todo depende de a qué hora den el agua», analizaba.
A la duración del corte sumaba también el tiempo que tendrá que dejar correr el agua: «Tengo que dejarla bastante, porque aquí el agua va a llegar sucia, que ya pasó con otros cortes de agua. Una liada», concluía.
El agua llegaba a la una y media, a tiempo para que el restaurante Frank pudiese atender con cierta normalidad el servicio de comidas. «Por la mañana nos hemos tenido que apañar como pudimos», contaba Blanca Tello, una de sus responsables. Y eso incluyó garrafas: «He tenido que ir a pedir agua a los vecinos para poder ir cocinando», contaba, mientras no sabían con certeza cuándo finalizaría la restricción. «Parecía que estábamos en los años veinte», bromeaba cuando el agua ya volvía a emanar de los grifos de su negocio. Se hizo con un acople provisional que devolvió el agua a un tiempo a la tintorería, el restaurante y uno de los portales de viviendas afectado. Y frente al Frank no había sido necesario levantar el flamante suelo dispuesto con las obras de reurbanización. «Dicen que van a intentar no volver a abrir», apunto. «Ahora que tenemos suelo que no nos lo vuelvan a picar», dice tras sufrir muchos meses de obras.
La obra continúa hacia el objetivo del 31 de diciembre
Este contratiempo obligará a hacer reajustes en la obra. Desde el Concello se atribuye lo ocurrido a que las lluvias superaron la capacidad de evacuación de los colectores colocados, levantándolos e inutilizándolos, «a pesar del bombeo auxiliar instalado». Provocó el «descalce» de la tubería, desplazándola hasta desconectar el tramo final. Para colocar la tubería provisional fue necesario levantar cinco losetas de la nueva acera en los puntos de conexión provisional. Y habrá que retirar de la zanja del saneamiento lo arrastrado por el caudal e instalar nuevos colectores y acometidas domiciliarias. El gobierno sigue trabajando con el objetivo de que las obras concluyan antes del 31 de diciembre y no se pierdan los fondos europeos de la estrategia Edusi, que financian en un 80 % la actuación, que tendrá un coste cercano al millón: 946.930 euros, tras el modificado aprobado.