
El emblemático cuatro estrellas seguirá operando bajo la gestión directa de la propiedad
06 sep 2023 . Actualizado a las 16:41 h.Era un rumor que corría como la pólvora desde hace ya tiempo. Y los trabajadores del Hotel Almirante de Ferrol lo acaban de confirmar. El Grupo Carrís abandonará la explotación del emblemático cuatro estrellas de la urbe naval el próximo 30 de septiembre. Y a partir del 1 de octubre, la gestión del establecimiento pasará a manos de la propiedad, la sociedad limitada Arroyo Marigalindo, a cuyo frente se encuentra el empresario segoviano Juan Tapia, responsable también del Pazo Libunca de Narón.
La noticia ha sido recibida con un sentimiento agridulce por parte de la plantilla del hotel, cuyo futuro no corre peligro, ya que el establecimiento seguirá abierto y los trabajadores serán subrogados por la empresa propietaria, según les comunicó el grupo Carrís a través de un comunicado enviado por correo electrónico a finales del mes de agosto.
«Nos parece muy mal el modo en el que Carrís ha gestionado todo esto. Lo normal es que nos hubiesen convocado a una reunión para explicarnos la situación y darnos la noticia personalmente y no enterarnos por un correo electrónico, cuando ya había proveedores que lo sabían mucho antes que nosotros», apunta Isabel Fernández, delegada sindical. Pero, al mismo tiempo, asegura que los trabajadores se sienten «aliviados» y «contentos» por el hecho de que la propiedad coja las riendas del hotel, «ya que durante estos últimos años nos hemos sentido totalmente abandonados por Carrís», advierte Fernández en alusión a los tres Erte «injustificados» a los que se acogió el grupo desde la pandemia y que provocaron que el establecimiento ferrolano permaneciese cerrado a cal y canto durante casi tres años, «mientras el resto de los hoteles de la ciudad estaban trabajando a tope».
Carrís reabrió el Almirante el pasado 1 de abril, pero apenas cinco meses después ya anuncia una marcha que se producirá un año antes de lo estipulado en el contrato de arrendamiento, lo que podría acarrearle el pago de una indemnización a la propiedad, tal y como se recoge en dicho acuerdo.