Más de una decena de familias ya han arrojado cenizas al mar de forma legal
FERROL CIUDAD

Una funeraria organiza estas despedidas marítimas en aguas cercanas a Cabo Prioriño: «Hay tradición en Galicia, pero por cuenta y riesgo propio»
12 jul 2023 . Actualizado a las 23:27 h.Ha pasado un año desde que los habitantes de Ferrol y alrededores pueden arrojar las cenizas de sus seres queridos al mar de una manera respetuosa tanto con la ley como con el medio ambiente. En alianza con la empresa gijonesa Hacia el mar, la funeraria Albia pone a disposición de sus clientes una línea de urnas biodegradables y un servicio de transporte en embarcación hasta las afueras de la ría de Ferrol, donde el tanatorio ha tramitado la localización de unos núcleos controlados —en el entorno del puerto exterior— en los que realizar ritos marítimos de despedida.
A día de hoy, se muestran satisfechos con la aceptación que ha tenido este servicio: «Llevamos más de una decena de trabajos. Para las personas que se acogen a este servicio es muy gratificante», explica Alberto Sanmartín, gerente de Albia. «Había tradición aquí en Galicia, pero tiene que haber aprobación por parte de la Consellería de Medio Ambiente para hacerlo. La tranquilidad que te ofrece esto es que tenemos el permiso de las autoridades».
Las costas de la comarca han sido lecho de restos incinerados desde siempre: para muchos es su última voluntad y hay familias que no conciben otra forma de despedir a sus seres queridos. Se trata de un longevo pulso entre costumbres y legalidad, y en un territorio irremediablemente ligado al mar, el primero de esos contrincantes consigue sobreponerse, incluso cuando un negocio local ofrece prestaciones de este tipo.
En los últimos meses, la funeraria ha buscado impulsar la difusión de esta oferta. «Creemos que es un servicio que va a demandarse más porque es algo que la gente ha hecho siempre, pero por su cuenta y riesgo». Sanmartín considera que estas ceremonias son una buena alternativa: «Es legal y más íntimo y sereno, en una embarcación de recreo con posibilidad de llevar música y ofrecemos luego las coordenadas del lugar en el que se han esparcido las cenizas».
«Fue precioso, para mí es más triste meterla en un nicho pudiendo hacer algo así»
Hace unos días, Ana María Basoa contaba en este periódico el calvario que tuvo que pasar tras la muerte de su madre: se vio obligada a esperar durante seis horas a que se certificase el fallecimiento. Un par de días después pudo despedirla de una manera muy especial: en medio del mar, en la ría de Ferrol, desde una embarcación en la que le acompañaban allegados y con un homenaje musical. Ha sido una más de tantas personas de la comarca en optar por un esparcimiento de cenizas marítimo organizado por la funeraria.
«Lo hicimos el jueves pasado, fue muy bonito. Quedamos con el patrón del barco en el puerto de Ferrol y Albia traía las cenizas y unos pétalos», comenta Ana María. Partieron hacia el espacio autorizado para llevar a cabo el rito, que se encuentra en las aguas que bañan el Cabo Prioriño y el Puerto Exterior de la ciudad. «Está todo muy controlado, hace 11 años esparcí también las cenizas de mi padre, pero de aquella fue diferente».
Menciona que lleva en el móvil el certificado con las coordenadas del lugar en el que ahora descansa su madre, para así regresar cuando quiera
Para ella, este entierro marítimo ha supuesto un último adiós emotivo y en paz, difícil de imaginar tan solo unos días antes: «Así como pasamos un mal trago con lo otro, esto nos dejó un buen sabor de boca, fue precioso. Para mí es más triste meterla en un nicho», explica la ferrolana.