La espiral delictiva del nedense que robó tres microbuses

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

El joven originario de Neda en una imagen tomada a su salida del Juzgado de Ferrol tras prestar declaración el pasado mes por la sustracción de varios microbuses.
El joven originario de Neda en una imagen tomada a su salida del Juzgado de Ferrol tras prestar declaración el pasado mes por la sustracción de varios microbuses. CESAR TOIMIL

Varias órdenes de alejamiento, conducción sin carné y un intento de atropello son solo algunas de las causas que tiene pendientes el varón de 19 años, que hace dos semanas fue detenido tras estamparse contra una iglesia en Oleiros

28 jun 2023 . Actualizado a las 09:43 h.

A pesar de que su historial ya hacía presagiar que se le presentaba un futuro poco halagüeño no fue hasta el pasado diciembre cuando su caso se dio a conocer. J.R.T., de 19 años y vecino de la localidad de Neda, era detenido por la sustracción de un microbús de la estación de Ferrol. La voz de alarma la dio otro conductor con el que colisionó en la calle Atocha a primera hora de la mañana. Desde la Policía Local lograron interceptar al sospechoso en la carretera Alta del Puerto y constataron que carecía de permiso de conducir y que había circulado con el vehículo de madrugada llegando hasta la localidad de Ortigueira. Con anterioridad a estos hechos había movilizado otro vehículo de transporte colectivo y haciéndose pasar por un conductor trasladó a varios jóvenes que se encontraban en la salida de la discoteca West en Ferrol. 

Después de ser puesto en libertad tras comparecer en los juzgados de Ferrol el joven sustrajo un tercer microbús con el que fue localizado en un aparcamiento cercano al centro comercial Odeón, en el polígono de A Gándara. Días después, la Guardia Civil lo localizó en Fene tras haber robado un turismo de un conocido de su familia y lo detuvo por un presunto de conducción temeraria e intento de atropello a su padre y hermana que acudieron hasta el punto para disuadirlo de que continuase al volante del coche. Desde el Instituto Armado ya apuntaban entonces a que la acción perpetrada entrañaba un «grave desprecio a la vida de las personas». 

Pero, ¿qué impulsa a alguien a actuar de esta manera poniendo en peligro a terceras personas? El propio detenido, a la salida de dependencias judiciales en Ferrol, explicaba que padece esquizofrenia y que lleva tiempo sin tomarse la medicación porque, apreciaba entonces, le dejaba «atontado». No obstante, el joven señalaba su arrepentimiento e indicaba que su intención al movilizar los vehículos no era la de causar ningún daño . «Si acaso a mí mismo», apostillaba.

Con el detonante del intento de atropello y tras una inspección de un forense del Imelga el juez decretó el ingreso no voluntario del implicado en el servicio de psiquiatría del hospital de Ferrol para una valoración pormenorizada. Allí permaneció unos días hasta que, a comienzos de enero, fue trasladado a la cárcel de Teixeiro para cumplir cuatro meses de prisión por el quebrantamiento de una orden de alejamiento previa a los citados hechos. 

Desde la delegación ferrolana de la Plataforma de Familiares de Fallecidos en Prisiones Españolas se interesaron por su caso y lograron obtener el tercer grado para el reo que pasó a recibir, en el mes de abril,  seguimiento en el Centro de Inserción Social de A Coruña. En este sentido, fuentes consultadas dictaminan que el joven, que hasta el momento había arrojado resultado negativo en los controles de drogas que se le habían realizado, fue sorprendido en una de las pruebas que se practican periódicamente después de haber consumido sustancias estupefacientes. Desde la agrupación de apoyo a los reos destacan que estos hechos evidencian que las decisiones que se están aplicando en el caso no están favoreciendo la reinserción del joven. 

Hace apenas dos semanas y dos meses después de lograr el tercer grado, la Guardia Civil volvió a detener al joven que, tras recibir el alto en la localidad de Sada mientras circulaba de forma errática en un coche, se dio a la fuga y terminó impactando contra una iglesia en la localidad de Oleiros. Último capítulo de una espiral que mantiene en vilo a su entorno y familia que temen que el joven acabe causando daños de mayor índole.

«Hasta que mate a alguien»

El padre del joven, que recibió la noticia de la nueva fuga a través de un familiar, destaca que se mantiene a la espera de la resolución con relación a la incapacitación que solicitó para su hijo hará en julio un año. Además, reseña que al tratarse de una persona mayor de edad las autoridades no están en disposición de facilitarle datos sobre su situación judicial actual. «Sabemos que está libre porque ya hemos tenido algún altercado con él y lo hemos visto por la zona», destaca.

En los últimos días el implicado relató a su entorno varias versiones contradictorias sobre su futuro más inmediato. Desde que tenía que volver a ingresar este lunes en psiquiatría del Hospital Naval de Ferrol hasta que se encontraba en busca y captura. «Es un mentiroso compulsivo y la última vez que ingresó en el Naval lo llevaron directamente en ambulancia desde el juzgado», aprecia su progenitor que no termina de dar crédito a las palabras de su hijo.

Por delante el joven tiene todavía varias causas judiciales pendientes que se han ido acumulando en estos últimos meses. Entre otras, señala su padre, está la vista por la sustracción de los microbuses, el intento de atropello de Fene y esta última colisión en Oleiros

Su padre, que está desesperado y arrastra problemas de salud a raíz de la gravedad de la situación, entiende que es necesaria una tutela y una actuación inminente por parte de las autoridades competentes porque, concluye, «esto va a seguir así hasta que mate a alguien».